En México contamos con diferentes sistemas de transporte público que ofrecen servicio a todos los ciudadanos. Sin embargo, el aumento de la población es una constante que impacta en la demanda de estos servicios y los vuelve vulnerables debido a la gran concentración de personas que los utilizan a diario.
¿Cuántas personas utilizan el transporte público en la Ciudad de México día a día?
De acuerdo al INEGI, hasta el pasado noviembre, las personas que usaban los diferentes tipos de transporte eran en promedio:
• Sistema de Transporte Colectivo Metro: 4,448, 281
• Tren ligero: 2,461
• Metrobús: 28,914.4
• Trolebús: 3,784
A esto habría que sumar las cifras de los usuarios de taxis y vehículos particulares de aplicaciones como Uber, Didi o Cabify, que, si bien han incrementado la propuesta de movilidad en la Ciudad de México, tampoco han logrado garantizar la seguridad y calidad en el transporte público.
Un nuevo nivel de seguridad: Pupilas silenciosas
En las últimas décadas nos hemos enfrentado a la necesidad de evolucionar en todos los sentidos, desde la forma en la que se realizan las tareas diarias, desplazamientos de un lugar a otro, hasta la creación de aplicaciones y el uso de tendencias que brindan mejoras en las tecnologías actuales y generan nuevas herramientas.
De acuerdo a esto, muchos negocios y empresas han tenido que ir evolucionando y transformando su manera de brindar los servicios y productos a sus clientes, mercados y usuarios finales, así mismo, se ha incrementado la oportunidad de que esto pueda ser de una forma más rápida y segura gracias a las nuevas tecnologías.
En el caso del sector del transporte público, las cámaras de red se han convertido en aliadas de la seguridad. Gracias a las tecnologías que hoy se pueden integrar en dichas cámaras, ha incrementado la gama de soluciones de las que pueden formar parte: sistemas inteligentes que pueden, desde aumentar la seguridad dentro de los vehículos, hasta mejorar la seguridad en el embarque y el descenso de los pasajeros, así como mejorar el comportamiento del conductor y reducir el costo de mantenimiento de la vía pública.
En el último año, el robo en transporte público se incrementó 25% (microbuses, combis y camiones) llegando a tener un promedio de 10 asaltos por día. Los datos muestran que los delincuentes obtienen hasta 16 mil pesos por botín, mil en efectivo y el resto en celulares, tabletas o joyas.
Los avances de las cámaras de red a bordo significan que la videovigilancia ahora puede integrarse de manera efectiva en el transporte público, como se muestra en un informe reciente publicado por la Unión Internacional de Transporte Público (UITP por sus cifras en francés) y Axis Communications, sobre las tendencias en videovigilancia en el transporte público.
Evolución de la tecnología de cámara a bordo
De acuerdo con el informe de la UITP, la digitalización de la industria del transporte ha permitido que los dispositivos permanezcan conectados y que, por lo tanto, aumente la seguridad del transporte público. También reveló que, en comparación con 2015, el número de redes de transporte público con solo cámaras analógicas ha disminuido considerablemente (del 25% al 18%) gracias a que las actualizaciones y las nuevas instalaciones, son cada vez más digitales. El cambio hacia los sistemas de videovigilancia digital se hace evidente con el 82% de las empresas de transporte que tienen un componente digital en sus sistemas.
“En Axis buscamos anticiparnos a acontecimientos en transporte público a través de una plataforma de videovigilancia rentable, flexible y adaptada al futuro”, comenta Francisco Ramírez, Country Manager de Axis Communications.
Los retos de la luz y la oscuridad
Los vehículos se encuentran en constante movimiento en un entorno muy cambiante: desde la luz solar brillante hasta un túnel oscuro o un mal clima. Incluso en seres humanos, al pasar de un lugar muy oscuro a uno muy brillante, o viceversa, nuestros ojos tardan un poco en adaptarse a las nuevas condiciones de iluminación. Las cámaras se ven afectadas de la misma manera.
Vamos a poner un caso, cuando un autobús o un tren sale de un túnel oscuro a la luz del sol, es necesario que haya menos demora para adaptarse a los cambios de luz, al tiempo que se garantiza que todos los detalles forenses sean claramente visibles incluso en las partes oscuras de una escena, sin sobreexponer las partes luminosas. Para abordar específicamente estas escenas desafiantes, las cámaras a bordo deben diseñarse con tecnologías avanzadas de procesamiento de imágenes como el amplio rango dinámico (WDR). Existen muchas soluciones WDR disponibles en el mercado, pero, como es de esperar, algunas son mejores que otras, ya que las soluciones de gama baja a menudo crean anomalías visuales dentro de la imagen que pueden reducir significativamente la facilidad de uso.
Otro de los desafíos del sector es que las compañías de transporte de larga distancia, ya sea que operen autobuses o trenes, muy a menudo apagarán las luces durante los viajes nocturnos para facilitar el descanso de los pasajeros. Lamentablemente, esto también crea una excelente oportunidad para que se lleve a cabo alguna actividad ilícita.
Para atacar este problema, las cámaras a bordo deben poder ver más de lo que el ojo humano puede ver; incluso en la oscuridad. Hoy en día, las tecnologías avanzadas de procesamiento de imágenes incorporadas en algunas cámaras permiten representar y detectar objetos de interés con colores reales, incluso en condiciones de poca luz. Dichos detalles forenses son vitales para los procesos judiciales, disuadir a los delincuentes y aumentar la seguridad general de los pasajeros.
“Una de las ventajas que proporcionan estos sistemas de videovigilancia son imágenes nítidas, tanto en tiempo real como en grabaciones”, dice Ramírez, y continúa: “Además, acompañado de las plataformas de videovigilancia, se puede tener acceso a la información desde cualquier parte y momento, con activación de alertas y alarmas en caso de incidentes, brindando entornos de transportes más seguros”.
Captura más detalles con menos espacio de almacenamiento
Un inconveniente importante de los sistemas analógicos heredados es su incapacidad para comprimir el video. Cuando se combina con la falta de almacenamiento disponible a bordo, esto hace que las imágenes se eliminen rápidamente para crear espacio para las nuevas. Esto, obviamente, limita la utilidad de las cámaras. Para contrarrestar este problema, los fabricantes buscaron formas de comprimir las imágenes para ahorrar un valioso almacenamiento. Para lograr este objetivo sin comprometer la calidad y la facilidad de uso de las imágenes, se introdujeron nuevos códecs más inteligentes. Esto ha permitido una reducción significativa del espacio de almacenamiento sin dañar la calidad general del video.
Además, los consumidores finales han comenzado a comprender y apreciar las funciones adicionales integradas dentro de las cámaras de red. El informe reciente también confirmó un aumento en la aceptación, visto a través del crecimiento masivo en el intercambio de videos, tanto interna como externamente. Se encontró también que los encuestados compartieron videos a un promedio de aprox. 3 personas en 2015, mientras que, en 2018, el promedio subió a 3.4. Por lo tanto, se demuestra cómo los pasajeros y los operadores de transporte han comenzado a comprender el valor de la videovigilancia de alta calidad para un sistema de transporte más seguro.
El valor de la analítica
A medida que los avances tecnológicos han mejorado la potencia de procesamiento de las cámaras a bordo, se han integrado con un software más avanzado que representa un cambio en la utilidad de la cámara. Las cámaras de red a bordo ahora también pueden integrarse con aplicaciones de análisis, permitiendo a las empresas de transporte acceder a datos valiosos sobre el número de pasajeros y el uso del transporte público, optimizando los servicios y la dotación de personal.
Dicho software tiene una amplia gama de aplicaciones en el sector del transporte, con demanda de funcionalidad de seguridad adicional. En los últimos años, la policía de transporte se ha preocupado por el equipaje desatendido y los paquetes sospechosos dejados en el transporte público. Las cámaras pueden estar equipadas con un software que reconozca el equipaje abandonado. Como resultado, la policía y otros servicios de seguridad tienen ayuda adicional para detectar paquetes sospechosos y así pueden responder e investigar más rápido.
Para respaldar el valor de los análisis, la UITP reveló que para 2018, los 17 análisis medidos, como la intrusión y el incumplimiento de parámetros examinados en la encuesta, se estaban utilizando en el transporte público, y algunos de los más populares se acercaban al 50% o más de uso.
Seguridad para pasajeros y conductores
Lamentablemente, de vez en cuando los conductores cometen errores con consecuencias a veces devastadoras. Para combatir esto, los sistemas de vigilancia móviles que se acoplan con acelerómetros, pueden grabar cada vez que se detecta una frenada fuerte. Esto podría ayudar a determinar si el frenado se debe a una mala conducción o a la congestión del tráfico en la ruta. También hace que sea mucho más fácil, en la investigación posterior al accidente, identificar el video de interés dentro de la línea de tiempo registrada. De manera similar, una cámara a bordo con audio conectado podría comenzar a grabar cuando se presiona la bocina o cierto botón, o incluso cuando se detectan voces elevadas, lo que ayuda a asegurar que haya secuencias de video y grabaciones de audio de un incidente.
Las reclamaciones de seguros fraudulentas están muy extendidas hoy en día, con personas que fingen accidentes para obtener ganancias financieras. Las cámaras de vehículos externos pueden usarse para determinar el verdadero culpable detrás de un accidente y atribuir la responsabilidad más allá de toda duda. Esto ahorraría dinero a las empresas de transporte, ayudando a proteger contra reclamos falsos.
Incluso para el conductor más experimentado, los autobuses pueden ser difíciles de maniobrar y aún más difíciles de ver adecuadamente cuando se maneja en reversa. Las cámaras exteriores en vehículos con pantallas en los tableros de instrumentos, pueden actuar como espejos digitales para ayudar al conductor a tener una mejor visión de hacia dónde se dirigen, mejorar la seguridad y, nuevamente, ahorrar dinero en el mantenimiento y reparación de vehículos después de accidentes menores. Esta tecnología también se utiliza para acelerar el proceso de acoplamiento de vagones de trenes.
El camino por delante para las cámaras a bordo
Las cámaras a bordo se han vuelto esenciales para la seguridad en el transporte. En combinación con el análisis inteligente, las nuevas aplicaciones pueden incluso detectar equipaje o personas sospechosas y proporcionar información sobre la ocupación de los pasajeros.
A medida que las cámaras a bordo se conectan con más y más dispositivos a través de una red, su utilidad aumentará dramáticamente. Formarán algunos de los componentes centrales de las ciudades inteligentes del mañana, operando con tecnología de aprendizaje automático para proporcionar un servicio mejorado en gran medida. Por supuesto, con todas estas oportunidades vienen las responsabilidades. La seguridad cibernética será cada vez más importante en el mundo del mañana, ya que las vastas redes de dispositivos conectados deben protegerse de manera uniforme para salvaguardar la privacidad de los ciudadanos y los datos comerciales. Como también lo respaldan los resultados de la UITP, la videovigilancia seguirá siendo una tecnología fundamental en el transporte público y un ejemplo positivo de cómo la globalización del sector está dando sus frutos.