En la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) se tiene como misión representar legalmente los intereses de los habitantes a través de la implementación de acciones eficaces y eficientes en la investigación de los delitos, la persecución de los imputados y la procuración de justicia con respeto irrestricto a los Derechos Humanos, a fin de fortalecer la confianza y seguridad en la convivencia de las personas.
En esta institución se han abocado a consolidar una Fiscalía con rostro humano, de excelencia en su servicio y con un alto compromiso social, integrada por servidores públicos altamente capacitados que empleen tecnología de vanguardia para la investigación del delito y la persecución de los imputados en forma ágil, confiable, transparente y científica; ello la ha colocado como una Institución modelo en el tema de procuración de justicia a nivel nacional e internacional.
Entre las acciones, se ha implementado el Plan de Política Criminal y Programa de Persecución Penal el cual pone a la víctima al centro, fortaleciendo el análisis e interpretación a través de metodologías y estadísticas avanzadas.
Esto no sería factible sin una coordinación para lograr una política de atención y combate a los delitos de alto impacto mediante un Nuevo Modelo Policial, una reestructura organizacional. Pero también un nuevo Modelo de Judicialización acompañado de un Nuevo Modelo Pericial enfocado al combate a la corrupción.
El Eje Cero Agresión y Más Seguridad, resaltó una reducción de 61.95% de la incidencia delictiva, al comparar enero-mayo de 2019 con el mismo periodo de 2024, gracias a la implementación de la Estrategia de Seguridad, conformada por cuatro ejes: Atención a las Causas, Más y Mejor Policía, Inteligencia e Investigación y Coordinación.
Un factor importante para la FGJCDMX es la Perspectiva de Género y Atención a Víctimas, se hace una segmentación eficiente por delito, seguido por una aplicación inmediata de medidas de protección en las unidades de atención.
Respecto a la política para atención de búsqueda y localización de personas desaparecidas; la Fiscalía inició una estrategia de coordinación interinstitucional con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas local y el Gobierno de la Ciudad de México. Resultado de ello, se han localizado con prueba de vida a una tercera parte de las personas que teníamos en el registro.
Otro elemento en el que se ha trabajado, ha sido la dignificación de los espacios y equipamiento para la procuración de justicia. Por ello, se trabajó en el Centro de Justicia para las Mujeres con sede en Magdalena Contreras; se mejoraron inmuebles en la Coordinación Territorial Milpa Alta 1, Coyoacán 1 y 2 y se construyó el Archivo Histórico de la Fiscalía; además, en se realizó la construcción del nuevo edificio de Atención a Víctimas, en la colonia Doctores donde las personas pueden acudir a presentar su denuncia.
Para la prevención de la violencia de género se crearon unidades especializadas en delitos de género y centros de justicia para mujeres que han sido víctimas de violencia. Para reforzar estas actividades, es fundamental atender la violencia de género desde antes que suceda, es decir desde la raíz.
Por ello, incorporamos un enfoque innovador en nuestra política criminal: el enfoque de la Nuevas Masculinidades. Este cambio cultural no solo beneficia a los hombres, liberándolos de las expectativas dañinas y a menudo inalcanzables, sino que también tiene un impacto positivo en toda la sociedad, al promover relaciones más saludables y menos violentas.
Los estereotipos masculinos son normas, valores y expectativas que perpetúan la dominación masculina y refuerzan los roles de género tradicionales, así como las jerarquías de poder que favorecen a los hombres sobre las mujeres y otros géneros. Estas normas limitan las oportunidades y derechos de las mujeres y las personas que no se ajustan a las expectativas de género tradicionales.
Desde las instituciones educativas se tendrá que fortalecer a las juventudes estos conceptos de masculinidades con el autocuidado, corresponsabilidad, respeto y apoyo, derecho a paternidad, expresión de emociones, comunicación y sobre todo consensos.
Todos juntos contra la violencia; si la violencia es resultado de interacciones entre los distintos niveles de la sociedad, su prevención será efectiva si se involucran todos individuos, pareja, amigos y familia y por lo tanto comunidad, escuela y/o trabajo, este cambio social será más efectivo y duradero. Si todos nos informamos y replicamos estos mensajes, ya estamos deteniendo el ciclo de la violencia, desde la prevención.
Que el compromiso de cada uno de nosotros sea convertirnos en agentes de cambio, empezando por preguntarnos: qué actitudes y comportamientos debemos cambiar para generar ambientes más seguros y respetuosos en la familia y los círculos sociales.
Opinión – CRÓNICA
Ulises Lara López