Por José Luís Martínez, Managing Director de Citrix México
¿Trabajar cuatro días a la semana, sin que aumenten las horas de jornada diaria? Esto ya es una realidad en muchos países del mundo como Nueva Zelanda, Japón, Alemania y España. Recientemente, se publicó un estudio del gobierno de Islandia en el cual, de 2015 a 2019, este país nórdico realizó ensayos a gran escala de una semana laboral reducida a un intervalo de 35 a 36 horas sin bajar el salario. Este informe concluyó que, con esta disminución, las personas son más felices, saludables y productivas.
En México, varios empresarios han empezado a debatir la idea para hacerlo posible, visualizando los óptimos resultados que han tenido las organizaciones de otros países. ¿Entonces, qué necesita el país para implementar estos nuevos esquemas laborales y estamos preparados para ello? Según el estudio “The Future of the Working Week” realizado por Citrix que ofrecía un panorama acerca de la viabilidad de la semana laboral de cuatro días presentado el pasado enero 2020, el 86% de los empleados mexicanos contestó que sí lo aceptaría, pero solamente si significara mantener el mismo salario. Sin embargo, el 51% dijo que no creía que fuera una opción real en un futuro cercano.
Es importante mencionar que los resultados de este estudio son pre-pandemia. Esto es relevante ya que, antes del 2020, México estaba atrasado en la implementación de otros esquemas laborales como el home office, en comparación con otros países de la región. Sin embargo, en los últimos meses, los líderes mexicanos tuvieron que reinventar los espacios de trabajo para brindar modalidades de trabajo flexible a su fuerza laboral y se dieron cuenta de los múltiples beneficios: ahorro en costos, productividad, mayor tiempo personal para los empleados… También vieron que para lograrlo con éxito deben valorar dos factores fundamentales: tecnología y un cambio en el liderazgo y la gestión del capital humano, donde los empresarios valoran más la productividad real en base a objetivos concretos que las horas en una oficina.
Hacia una cultura laboral más flexible, saludable y productiva
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 75% de los ciudadanos padece fatiga por estrés laboral. El mismo estudio de Citrix mencionado anteriormente indicó que el 64% de los empleados mexicanos respondió, antes de la pandemia, que el país estaba enfrentado una epidemia de “burn out”.
La realidad es que la aceleración de la implementación del home office hizo que las compañías no sólo se ocuparon más de cuidar la salud física de sus empleados, sino también de la salud mental, porque visualizaron los retos que tenían y reconocieron que es necesario apoyar a sus empleados de una manera más holística. En este contexto, el estudio “A 1 año de la pandemia: ¿Cómo ha cambiado el mundo del trabajo?” realizado por OnePoll en nombre Citrix en marzo 2021, concluyó que, el 53% de los mexicanos dijo que su bienestar físico y metal es mejor ahora que en 2019 y el 73% se sintieron apoyados por su organización para equilibrar la vida laboral y familiar durante la pandemia.
Entonces está claro el camino para que una semana laboral de 4 días sea una realidad en México: seguir impulsando la flexibilidad laboral. Las empresas que ya dieron sus pasos el año pasado y estén evaluando tanto los esquemas 100% remotos como híbridos para el futuro reciente, deben seguir adoptando un enfoque centrado en las personas, en todos los aspectos de la infraestructura empresarial: espacios digitales y físicos, procesos y cultura. Para lograrlo, es fundamental una colaboración estrecha entre los departamentos de Recursos Humanos y Tecnología. Los primeros evalúan cómo se sienten los empleados, de qué forma logran ser más productivos y que obstáculos encuentran en su rutina. Y en función de esta información, la tecnología puede ayudar a automatizar tareas repetitivas, simplificar el acceso a los datos, facilitar la búsqueda de las herramientas, brindar mayor seguridad, entre otras funciones.
En conclusión, la transformación que se aceleró en las empresas en los últimos meses está lejos de terminar; y va desde cambios en los estilos y espacios de trabajo hasta cambios tecnológicos y culturales. Al mirar hacia adelante, la perspectiva es positiva. Para los líderes empresariales, el implementar completos espacios de trabajo digitales que impulsen una óptima experiencia y mayor flexibilidad junto con políticas de RH innovadoras, resulta crucial para dar el próximo paso en el camino hacia una mayor flexibilidad laboral.