En 2020 a nivel mundial, se robaron 3 billones de credenciales, hubo un aumento de ciberataques, en especial de phishing y fraude
En el contexto especial en que la pandemia impulsó fuertemente un proceso de digitalización compulsivo, contemplamos cómo la improvisación y la cada vez mayor sofisticación de los cibercriminales generaron costosísimos ciberataques.
En 2020 a nivel mundial, se robaron 3 billones de credenciales, hubo un aumento de ciberataques, en especial de phishing y fraude. Por lo que hay que considerar que todas las aplicaciones que se conocen y se utilizan con frecuencia son un objetivo constante.
Recientemente, F5 publicó artículos en los que describe el rol de la inteligencia artificial como potenciadora de ciberataques. Los avances en machine learning lograron que un bot pueda resolver casi la totalidad de los desafíos planteados en un CAPTCHA.
La capacidad e inteligencia de un sistema o máquina pueden cruzar los datos encontrados en una red social y reconstruir un listado de empleados actuales y antiguos de una organización para atacarlos individualmente en sus redes hogareñas aguardando el momento de conectarse a la red laboral para intrusarse en ella. El ciberdelito es rentable y por eso sigue encontrando en el uso de diversas tecnologías, nuevas maneras de atacar.
La inteligencia artificial puede descifrar contraseñas más rápido, identificar mejores objetivos para atacar y también optimizar tanto la infraestructura como la cadena de suministro de los cibercriminales. Una infraestructura completamente automatizada alcanza una altísima velocidad de respuesta y de restablecimiento de ataques con millones de transacciones. Todo esto se puede llevar a cabo con las mismas técnicas de DevOps que son tan populares (y legítimas) en el mundo de los negocios.
En el caso de IoT, tiene sus ventajas y desventajas. Esos millones de dispositivos interconectados, generando un gran tráfico de información, nos permiten tomar decisiones ágilmente basadas en información que impactan positivamente en los negocios al instante. Sin embargo, el laboratorio de investigaciones de F5, alerta respecto de que los atacantes comenzarán a secuestrar hogares inteligentes.
Es una preocupación que ya en 2019 advertimos: en Latinoamérica la actividad maliciosa más habitual estuvo dirigida principalmente hacia los puertos de estos dispositivos.
“Los dispositivos IoT son el blanco preferido de los ciberdelincuentes para ser vulnerados, porque son difíciles de bloquear sin afectar directamente al cliente que lo posee y porque son un portal físico que conecta al mundo virtual. Además, se multiplican por miles, actualmente hay 20 millones de dispositivos IoT en el mundo, y se espera que en 10 años el número ascienda a un trillón”, señaló Carlos Ortiz Bortoni, Country Manager de F5 México.