Trabajar en una oficina normalmente implica pasar ocho al día con muy poca actividad física, lo que puede representar un aumento de peso adicional además de los ya ganados durante las fiestas de diciembre.
Si a esto le sumamos que un empleado mexicano promedio permanece sentado frente a un escritorio al menos el 40% de su día laboral, el panorama no es muy favorecedor.
De acuerdo con la empresa Humanscale, las personas que están sentadas durante largas horas aumentan su riesgo de padecer sobrepeso, obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, si logramos alternar entre trabajo sentado y de pie durante el día, podríamos quemar más calorías de lo que pensamos.
Pasar un minuto de pie, en lugar de estar sentado, equivale quemar poco más de una décima parte de una caloría (0.15 para ser exactos). Por lo que, si una persona está parada seis horas, consumiría al final del día alrededor 54 calorías adicionales a las que se queman naturalmente durante una jornada de trabajo. Con herramientas como el QuickStand Eco de Humanscale, puedes convertir cualquier escritorio normal en uno que permite al empleado trabajar de pie, ajustando a la altura adecuada las computadoras portátiles, monitores y pantallas.
Sin ningún cambio en tu dieta o visita adicional al gimnasio, estas 54 calorías por día podrían traducirse en una pérdida de 2.5 kilos de grasa corporal por año.
Además de las pausas activas realizadas varias veces al día, sugeridas por Humanscale, es de vital importancia incorporar caminatas adicionales a tu día a día. Desplazarte en la oficina, subir y bajar por los materiales que requieres para trabajar, puede representar un aporte significativo para tu pérdida de peso. Por ello, se aconseja dejar los utensilios de uso diario lo más lejos posible del escritorio, como papelería, artículos de aseo y aquello que usas a diario, de esta manera tienes la excusa perfecta para levantarte y estar en actividad.
¡Evita comer en el escritorio! La Asociación Dietética Americana reveló que más del 70% de los empleados toman su almuerzo en su escritorio por lo menos dos veces por semana. Al comer sin estar conscientes de lo que hacemos, disfrutamos menos la comida y el hambre tarda muchísimo más en desaparecer, afectando el proceso de digestión y retrasando la sensación de saciedad hasta que ya se ha comido en exceso.
Si quieres aportar mayor quema de calorías a tu jornada laboral, cambia el uso del elevador por las escaleras; notarás la diferencia en cuestión de días si optas por subir y bajar de tu oficina caminando.
Finalmente, si dispones de una o dos horas de descanso para tomar tu almuerzo, dedica 15 minutos a un pequeño paseo. Además de activar tu cuerpo, despejas la mente y te vuelves más productivo en tu jornada.
Es crucial que tomes en cuenta que el movimiento y la actividad es la mejor manera de contrarrestar tanto tiempo en reposo y evitar enfermedades en el corto y mediano plazo.