1De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, durante el primer trimestre de 2024 se observó un repunte en la percepción de inseguridad en México; el 61% de los habitantes de zonas urbanas consideran que vivir en su localidad es peligroso.
La seguridad es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo y bienestar de cualquier sociedad. En México, donde la violencia y la delincuencia han alcanzado niveles alarmantes, la profesionalización policial debe ser una prioridad.
Es importante reconocer que los policías son la primera línea de defensa ante situaciones de emergencia. Su desempeño impacta directamente en la seguridad y el bienestar comunitario, así como en la percepción de justicia y orden social. Por lo tanto, la profesionalización de los cuerpos policiales no solo debe verse como una obligación legal establecida en nuestra Carta Magna, sino como una necesidad urgente para mejorar la seguridad, reducir la corrupción y aumentar la confianza ciudadana.
Es crucial distinguir entre profesionalización y capacitación, ya que, aunque estos conceptos parecen similares, sus roles son paralelos y complementarios en la práctica.
- La profesionalización implica no solo la capacitación técnica, sino el desarrollo integral del policía, promoviendo una mejora sistemática y continua en su educación y desempeño.
- La capacitación se refiere a la formación específica que recibe el policía para desempeñar sus funciones diarias.
Por lo tanto, la estrategia debe enfocarse en la profesionalización por sobre la mera capacitación. Actualmente, la percepción de las actividades académicas impartidas (cursos, seminarios, talleres, diplomados, etc), a los elementos de procuración y administración de justicia es que son ineficientes e, incluso, inoperantes en algunos casos.
Ahora bien, por la posición laboral que afortunadamente me ha tocado desempeñar a lo largo de los últimos 8 años en el ámbito académico de estas corporaciones, y sobre todo al ser orgullosamente formada en las filas de la Policía Estatal y, por ende haber estado del lado del aprendiz; destaco que uno de los principales desafíos en la capacitación policial radica frecuentemente en la falta de planeación y comprensión del sistema y sus problemáticas. Por ejemplo, resulta contraproducente que un Dr. en Derecho instruya sobre el uso de la fuerza sin experiencia policial, o que los cursos se enfoquen en criticar el comportamiento policial sin educar sobre los derechos del propio policía. Es igualmente problemático enviar a un oficial a un curso justo después de un turno de más de 24 horas sin dormir, lo cual anula cualquier posibilidad de aprendizaje y compromiso.
Además, es crucial considerar las condiciones laborales del personal policial. Actualmente persisten deficiencias en beneficios sociales, instalaciones adecuadas, un ambiente de trabajo respetuoso, remuneración justa y horarios laborales apropiados. Es imperativo mencionar que la falta de formación académica constituye un obstáculo fundamental para la profesionalización, como lo indican datos de al menos 5 años a la fecha del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), donde más de la mitad de los policías en todos los niveles gubernamentales tienen únicamente educación básica. Esta carencia impide que las fuerzas policiales sean efectivas en la atención de las problemáticas sociales y en la construcción de la confianza ciudadana, especialmente en las regiones más afectadas por la violencia, pues paradójicamente los estados más violentos del país concentran el mayor número de policías con menos preparación escolar.
Un entorno laboral favorable no solo ayuda a reducir la rotación de personal, sino que también mejora la percepción pública y aumenta la motivación y compromiso de los policías con su labor. Sin embargo, la renuencia con la que muchos asisten a los cursos de formación y actualización refleja un problema sistémico que afecta negativamente la seguridad percibida y la imagen de la autoridad en nuestro país.
Desde la implementación del “nuevo modelo de seguridad pública” en 1996 año en que ve la luz el Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública que lo regula, ya se hablaba de una profesionalización policial, diversos gobiernos y programas han intentado avanzar en la profesionalización policial, pero la falta de continuidad y de un enfoque integral ha obstaculizado estos esfuerzos. La formación policial en México ha sido inconsistentemente gestionada, con programas de capacitación de variada calidad y duración. Per se ha que en 2009 en la misma ley se plasmó la obligación de certificar las capacidades de todos los policías, esta problemática se ha agravado, e ignorar esta problemática en el contexto actual sería un grave error estratégico con consecuencias significativas para la seguridad y el estado de derecho.
En mi experiencia como integrante de corporaciones policiales, instructora y ahora como parte del equipo de ESPOL MÉXICO me han permitido conocer diversas perspectivas, fallas y aciertos de diferentes cuerpos policiales y fiscalías, a lo largo y ancho del país, lo que me ha llevado a formar una opinión estructurada y realista. Para abordar esta preocupación, es fundamental implementar un enfoque integral que mejore la formación y capacitación a través de la integración del uso de tecnología avanzada y métodos de enseñanza innovadores. Estos métodos no solo deben fortalecer el proceso de enseñanza desde un aspecto factico, sino también fomentar la colaboración y el intercambio de necesidades propias del personal, construyendo así una fuerza de seguridad eficiente, íntegra, respetuosa y adherida a los principios democráticos y de derechos humanos.
En resumen, la capacitación y profesionalización de la policía en México no solo mejora la seguridad ciudadana, sino que también fortalece las instituciones democráticas y el estado de derecho en el país. Es un paso fundamental hacia un sistema de justicia más eficiente y confiable.
1https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/ENSU/ENSU2024_04.pdf
ILSE STEPHANIA CONTRERAS LÓPEZ
Coordinadora de profesionalización policial de ESPOL MÉXICO