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En un mundo donde la información fluye a través de redes digitales y la tecnología avanza a pasos agigantados, las organizaciones, el gobierno y la sociedad en general es quizá más consciente del fraude que en ningún otro momento de la historia.
Un reciente estudio sobre el fraude al consumidor realizado por SAS, basado en una encuesta realizada a 13,500, reveló que siete de cada 10 personas han sido víctimas de fraude al menos una vez, mientras que el 40% ha experimentado esta situación en dos o más ocasiones. Estos datos revelan una realidad preocupante: el fraude es experiencia compartida por la mayoría.
La desconfianza del público en relación con el fraude ha alcanzado un punto álgido, ya que un 86% de los encuestados expresando un mayor escepticismo en comparación con el pasado. Además, tres cuartas partes temen ser víctimas de fraudes en el futuro, una ansiedad que refleja la percepción generalizada de vulnerabilidad en un mundo digital cada vez más complejo. Pero también muestran la oportunidad que tienen las organizaciones de ofrecer una mejor protección contra el fraude y, con ello, fidelizar a sus clientes y diferenciarse de la competencia.
A pesar de la creciente conciencia y vigilancia de los consumidores, los estafadores han evolucionado para adaptarse a los tiempos modernos. La inteligencia artificial generativa y las tecnologías deepfake permiten a los criminales perfeccionar sus tácticas, desde mensajes de phishing más sofisticados hasta réplicas de sitios web casi indistinguibles de los originales. Basta con 5 dólares y unos segundos de audio para clonar la voz de alguien con herramientas en línea fácilmente disponibles.
Los profesionales de la lucha contra el fraude no pueden permitirse ignorar las estafas y fraudes que salen a la luz en estos tiempos de desafíos económicos – ni las organizaciones que los emplean pueden permitirse ignorar las expectativas cambiantes del público en torno a la protección contra el fraude. Mantenerse al día con la innovación antifraude será fundamental en todas las industrias a medida que los defraudadores aprovechan las tecnologías emergentes para eludir las medidas de seguridad existentes.
La investigación de SAS mostró lo importante que se ha vuelto la protección contra el fraude para los consumidores: nueve de cada 10 consumidores piensan que las organizaciones deberían estar haciendo más para salvaguardarlos del fraude, y dos tercios dijeron que cambiarían de proveedores de servicios debido a una experiencia de fraude o para una mejor protección contra el fraude. Estos puntos de prueba -y las ganancias en el mundo real logradas por los clientes de SAS- subrayan el tremendo potencial de las inversiones antifraude de las empresas para ayudarlas a crecer, prosperar, así como en la retención de clientes y el crecimiento empresarial.
La buena noticia es que la IA no solo es una herramienta para los defraudadores, sino también para los que los combaten. La IA puede ayudar a detectar, prevenir y combatir el fraude de forma más rápida, precisa y eficiente. Algunas implementaciones exitosas demuestran cómo la IA puede marcar la diferencia
- Detección de Fraude Financiero en Tiempo Real: Ejemplificado por el servicio postal nacional de Italia, Poste Italiane, una de las principales instituciones financieras del país que ofrece servicios bancarios, de seguros e incluso de telecomunicaciones. Por ello, utiliza analítica avanzada e IA para detectar fraude con mayor precisión y ha reducido los falsos positivos en un 40% y aumentado su capacidad de gestión de anomalías en más del 20%. Por otra parte, la reducción del fraude electrónico se redujo un 50% en tres meses, una cifra asombrosa, ya que en los dos últimos años el fraude ha aumentado un 90% en todo el mundo.
- Detección Mejorada de Fraude en Siniestros: HDI Seguros ha experimentado un aumento del 43% en la identificación de fraudes de 2021 a 2022, debido a la implementación de analítica. Ya que son capaces de observar la red de relaciones de los defraudadores y los clientes con más inteligencia, ya que implica la compleja interconexión de varios elementos, como la ubicación, los contactos, la puntuación de crédito, los daños reportados en la reclamación y otra información.
- Mejora de las capacidades de vigilancia contra el lavado de dinero (AML) y el fraude. Con la implantación de SAS® Anti-Money Laundering en la plataforma de IA nativa en la nube SAS® Viya®, Treezor líder europeo de la banca como servicio (BaaS), mejoró sus capacidades de vigilancia del fraude y contra el lavado de dinero.
- Combatiendo la evasión fiscal en el transporte de mercancías El Departamento de Economía del Estado de Goiás, en Brasil, adoptó la tecnología para combatir la evasión fiscal en el transporte de mercancías. Al mes de su implantación, el sistema generó 300 alertas diarias de posibles incoherencias fiscales. Con lo cual aumentó las multas en un 54% en comparación con el mismo mes del año anterior.
La IA puede ayudar a mejorar la seguridad, la eficiencia y la transparencia de las operaciones, lo cual trasmite confianza entre los consumidores y las organizaciones. Ya que estas herramientas tecnológicas son una fuerza positiva para el bien común, siempre que se utilice de forma ética y responsable.
En conclusión, la protección contra el fraude se ha vuelto una prioridad ineludible para consumidores y organizaciones por igual. La implementación efectiva de la inteligencia artificial en estrategias antifraude no solo es una necesidad, sino también una inversión estratégica para garantizar la confianza del público y el éxito continuo en un mundo digital en constante evolución.
SAS
