La ciencia y la tecnología nunca dejan de sorprendernos. Un equipo de investigadores desarrolló una técnica revolucionaria que utiliza la actividad eléctrica del cerebro para medir la intensidad del dolor.
Mediante el uso de electroencefalografía y algoritmos avanzados de aprendizaje automático, los científicos lograron identificar patrones específicos en las señales cerebrales que están directamente relacionados con el dolor.
Es emocionante ver cómo la tecnología y la ciencia se unen para enfrentar problemas tan importantes como el dolor crónico. ¿Qué te parece?
Isidro Quintana / CISCO