La disputa comercial entre EU y China pone a México en una posición estratégica frente el esfuerzo de nuestro vecino de repatriar las inversiones que se fueron Asia
La semana pasada abordamos terribles desencuentros y perfilamos como nos convertimos en un aliado para Estados Unidos durante la Segunda Mundial. Ahora es momento de recordar los beneficios de ser un socio estratégico de EU y analizar el futuro de la relación proyectando algunos datos estadísticos.
Después el ex presidente Carlos Salinas decidiera no devaluar el peso al final de su sexenio y luego del terrible manejo de esta situación por parte del presidente Ernesto Zedillo en diciembre de 1994 tuvimos la peor crisis económica de los últimos 30 años.
Lo que salvó a México, además de las estrictas políticas macroeconómicas de Zedillo, fue la confianza que depositó sobre nuestro país el presidente William Clinton que, junto con su Consejo Económico, decidieron lanzar un paquete multimillonario de ayuda a México para sortear su crisis financiera bajo el argumento que la debacle económica significaba una amenaza para la seguridad nacional de EU.
Esto no hubiera sido posible si México no hubiera iniciado su proceso de integración comercial con EU y Canadá a partir del TLC un año antes. Después del anuncio de este paquete de apoyo vendrían otros fondos internacionales que le permitirían al país salir delante de esta crisis. Comparémonos con Argentina que también cayó en crisis y no recibió un apoyo de esta magnitud ni por parte de EU ni del FMI.
Gracias al apalancamiento de la economía mexicana al mercado de EU nos convertimos en la primera potencia comercial de América Latina, por encima de Brasil. También tenemos un superávit histórico con nuestro vecino y estamos llamados a ser una de las 10 potencias económicas del mundo para el año 2050 según varias consultoras de riesgo como PWC.
La disputa comercial entre EU y China pone a México en una posición estratégica frente el esfuerzo de nuestro vecino de repatriar a Norteamérica las inversiones que se fueron Asia, hace dos décadas. A esto se refiere el concepto de nearshoring que significa producir parte de tus productos en terceros países pero que estén cerca.
México no debe confiarse de su vecindad con EU para atraer más inversiones. Se deben garantizar relaciones diplomáticas sólidas, basadas en la confianza mutua, se tiene que preservar la estabilidad política y los valores democráticos, y finalmente se deben garantizar condiciones de paz, seguridad y estado de derecho. Finalmente, el país tiene que seguir desarrollando infraestructura de telecomunicaciones, carreteras, parques industriales, sistemas de abastecimiento de agua, entre otros.
El futuro de México y de la 4t del presidente Andrés Manuel López Obrador pasa necesariamente por un fortalecimiento de todas las relaciones con EU, no solo las comerciales, también en materia diplomática, seguridad y defensa nacionales. Ante este escenario la pregunta es cómo jugar con China. La respuesta es con inteligencia y de lado de nuestros socios estratégicos en Norteamérica.
Agenda estratégica: La RAND Corporation, unos de los think tanks más antiguos y relevantes de EU, presentó este reporte para entender cuantitativamente la Nueva Era de Competencia de EU frente a China y Rusia. Imprescindible ver como México está en una situación intermedia y estratégica: https://bit.ly/3FGOoM2
POR GERARDO RODRÍGUEZ
GERARDO_RSL@YAHOO.COM
@GERODRIGUEZSL