Por Héctor Cobo, VP Regional para SAS México, Caribe y Centroamérica
Los gobiernos y dependencias en todo el mundo están enfrentando grandes presiones para ser más eficientes y efectivas, además de hacer más con menos. En particular, las autoridades a cargo de las aduanas están enfrentándose a nuevos retos derivados de la pandemia, así como a la contracción de presupuestos y los crecientes riesgos.
A medida que se normalizan las cadenas de suministro y el flujo de productos a través de fronteras y puertos, las aduanas deben ser más ágiles y flexibles, al tiempo de vigilar el estricto cumplimiento de las normas y regulaciones, y estar atentas a cualquier intento de fraude o delito.
Los métodos tradicionales han servido bien en general, pero las actuales condiciones globales y locales demandan utilizar métodos más avanzados para afrontar tales retos. Para ese propósito, las autoridades aduanales implementan herramientas tecnológicas como la analítica para mejorar sus procesos y así asegurar el cumplimiento y mejorar el servicio a sus usuarios.
Tienen que hacerlo además observando en todo momento la libertad de movimiento, reducir los riesgos, preservar la seguridad nacional y social, garantizar el correcto cobro de los aranceles, desplegar al talento humano en los lugares indicados y garantizar que las revisiones no retrasen el tránsito de mercancías y personas.
Asegurar la eficiencia
Las agencias deben, por tanto, aprovechar sus datos, los cuales con frecuencia están dispersos en diferentes fuentes. Reunir estos datos puede ayudar a detectar eventos sospechosos, identificar áreas de riesgo y emitir notificaciones a los agentes para que respondan de inmediato a fin de interceptar actividades ilegales o de alto riesgo.
Y es que cada país es responsable de vigilar su fronteras y estar al pendiente de aspectos como su seguridad nacional, la migración, el combate al trasiego de personas y migrantes, prevenir el contrabando y el paso de drogas, hacer uso eficiente de los recursos y fondos públicos y cumplir con la legislación local e internacional, entre otros.
La seguridad física, en combinación con nuevos procesos, es importante y puede ayudar en esta tarea. Pero en un mundo donde los datos son clave, es fundamental el uso de procesos y tecnologías que aseguren la eficiencia en identificar e investigar actividades sospechosas.
Muchos gobiernos han elevado sus requisitos para reunir datos. Además, las autoridades aduanales tienen hoy acceso a una amplia gama de fuentes entre las que destacan manifiestos, solicitudes de permisos y visas, listas de vigilancia o listas negras, expedientes policiacos, reportes de inteligencia, y sistemas no intrusivos, entre otros.
Una vista holística
Respecto al capital humano, los agentes, analistas e investigadores pueden tener ciertas limitaciones para identificar manualmente los patrones de actividad inusuales, a personas sospechosas y otras anomalías entre esta basta cantidad de datos. Las agencias, por tanto, optan por utilizar la analítica para identificar cargas o pasajeros de alto riesgo y poner todos esos datos a disposición de otros colegas de modo que puedan actuar con inmediatez. Aquí la colaboración entre instituciones para garantizar la seguridad social y nacional es clave.
Complementada por la inteligencia artificial, el machine learning y la minería de datos, la analítica le brinda a estos stakeholders una vista holística de todos los datos disponibles, y les ayuda a identificar las relaciones ocultas y sacar a flote las redes sociales alrededor de gente, organizaciones, cargamentos y otros elementos.
De igual forma, permite diseñar escenarios de vigilancia y reglas que identifican áreas de preocupación alrededor de mercancías, viajeros y eventos de alto riesgo o sospechosos, y alerta automáticamente a analistas y agentes. Estos a su vez obtienen la capacidad de hacer búsquedas en múltiples fuentes de datos tanto internas como externas desde una sola interfaz.
A partir de sus descubrimientos y el resultado de las investigaciones, los analistas toman decisiones concretas para agilizar los procesos y tránsito o impedir el paso de objetos o personas que representen un peligro latente.
Eficiencia aduanal
En un entorno en el que el comercio internacional se acelera y en el que la vigilancia en las fronteras es crucial, los agentes y analistas aduanales ya no deben trabajar con silos de información a los que el acceso es complicado.
Es importante que las autoridades responsables en cada país provean a sus colaboradores las herramientas analíticas y sistemas de colaboración que les permitan aprovechar los datos, hacer análisis precisos de los riesgos, realicen una vigilancia proactiva, y gestionen casos e investigaciones de forma eficiente.
Lo anterior repercutirá de forma positiva en el intercambio de mercancías y talento, en el contexto de los actuales tratados comerciales entre países, como es el caso del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), así como en las cadenas de suministro globales que se están reactivando luego de un retraso generado por la pandemia. Con esto no solamente contribuirá a elevar la competitividad económica, sino hacer mucho más con menos, y de forma más efectiva.