- Al salir de despídete de tu familia con un buen mensaje, una sonrisa y un gran abrazo, recuerda que es muy probable que jamás los vuelvas a ver, es nuestra profesión existe el 50% de posibilidades que no regresemos vivos a casa.
- Nunca salgas uniformado, ni de casa ni del trabajo, recuerda que la amenaza a nuestra persona es permanente.
- Al pase de lista, saluda a tus compañeros y deseales buena suerte y éxito en el servicio.
- Revisa tu equipo, armamento y principalmente tu estado de salud física y mental, permite que tu compañero te inspeccione y supervise tu equipo y material y haz tu lo mismo con él.
- Al integrar el equipo de patrullaje, designen funciones específicas y comprometanse a cumplirlas, recuerda que tu compañero confía en ti, como tú en el, son una unidad y deben actuar como tal.
- Nunca actúes por inercia, aplica el proceso OEDA “Observa, Evalua, Decide y Actua” y siempre actúa de forma coordinada y acordada con tu o tus compañeros.
- Respeta al ciudadano aún cuando el no te muestre respeto, recuerda que tu representas la viva imagen de autoridad y justicia, pongamos el ejemplo y simentemos un cambio positivo de respeto a la imagen policial.
- Actúa con legalidad, respeto pero con contundencia, recuerda que la ley y la autoridad ni se negocia ni se acuerda.
- Termina tu jornada con dignidad y el orgullo de haber cumplido con tu deber, despidete de tus compañeros y deseale éxito al turno entrante.
- Siempre llega a casa con una sonrisa y no angusties a tu familia con las historias de riesgo que vives en tu trabajo, ellos ya sufren lo suficiente con saber que algún día no regresaras.
AUTOR DESCONOCIDO, prensa USEC