El avance tecnológico tiene un fuerte impacto en el mundo empresarial. Hoy más que nunca, las organizaciones tienen la obligación de adaptarse a la aceleración digital si pretenden mantenerse competitivas.
Más allá de las TIC, la globalización, el auge de los mercados emergentes y el crecimiento demográfico son factores que están transformando a las empresas de todo el mundo. Además, la pandemia de COVID-19 y las medidas de confinamiento no hicieron más que acelerar la transformación digital.
Es que, en contexto de pandemia, las tecnologías aplicadas a los negocios tuvieron un crecimiento nunca antes visto. Así, presenciamos el auge del e-commerce, el trabajo remoto y las herramientas en la nube.
Sin embargo, la transformación digital va mucho más allá de las herramientas en sí. Tiene que ver con el talento humano, la modificación de procesos y la adopción de lógicas digitales que aporten valor a los negocios.
En ese sentido, ante la aceleración digital, las empresas se enfrentan al desafío de mantenerse en el camino de la innovación y la digitalización.
Por eso, en este artículo vamos a indagar en los avances tecnológicos del mundo corporativo. Además, te contaremos las principales tendencias en tecnología para los próximos años.
¿Quieres conocerlas? ¡Lee hasta el final!
¿Qué es la aceleración digital?
Si la transformación digital es la aplicación de tecnología para mejorar el desempeño de una empresa, la aceleración digital no es otra cosa que la intensificación de ese proceso.
La mayoría de las organizaciones ya entienden la importancia de digitalizar sus procesos internos. El verdadero reto no es incorporar las tecnologías de la información en las empresas, sino las estrategias y talentos necesarios para crear valor a partir de ellas.
En ese sentido, la transformación digital implica cambios estructurales, tanto en las lógicas operativas como en los modelos de negocio. De esta forma, es posible usar tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia y la productividad en todas las áreas de la empresa.
La aceleración digital en la pandemia
Esta transición, cuya base es la digitalización, tiene años de historia. Sin embargo, no hay dudas de que la coyuntura actual la aceleró considerablemente. En ese marco, la pandemia global produjo una digitalización forzosa en las empresas.
Así, aquellas que todavía no habían empezado a digitalizarse se vieron obligadas a realizar esa transición. Por su parte, los negocios que tenían una base digital intensificaron sus esfuerzos en esa dirección.
No obstante, muchas empresas latinoamericanas aún se encuentran rezagadas respecto de otros países. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, la incorporación de herramientas de big data, CRM, ERP o Cloud no supera el 20% en países como Chile, México, Perú y Colombia.
Estas estadísticas entran en tensión con las nuevas tendencias de consumo en el marco de la pandemia. Sin ir más lejos, el uso de Internet en México aumentó más del 50% entre 2019 y 2020.
Por su parte, las ventas en línea en este país subieron más que en cualquier otro lugar de Latinoamérica durante las primeras semanas de confinamiento.
A nivel empresarial, durante los últimos años la aceleración digital afectó principalmente al e-commerce, la inversión en marketing digital y en servicios en la nube vinculados al trabajo remoto.
Si bien la digitalización no es un camino fácil, la pandemia evidenció los beneficios de la innovación tecnológica en el ámbito corporativo. Por eso, tener presente las tendencias digitales del mercado es más importante que nunca para potenciar los negocios.
Las 5 tendencias en tecnología para los próximos años
Para una empresa, incorporar las tecnologías que ya son un estándar en su rubro es el primer paso para adaptarse al contexto. Pero la aceleración digital implica la necesidad de adelantarse a los cambios más novedosos e innovadores.
Enseguida, te contamos las tendencias que pueden convertirse en el diferencial de tu organización en los próximos años.
1. Entornos de trabajo a distancia
Una de las consecuencias más visibles de la pandemia fue la transición de los espacios físicos de trabajo a los entornos digitales. Más allá del trabajo remoto, el desafío es incorporar a los clientes, proveedores y recursos de la empresa a los modelos virtuales de negocio.
Dichos modelos obligan a adoptar nuevas prácticas de gestión y ciberseguridad, como también la infraestructura tecnológica necesaria. De esa forma, los negocios pueden prosperar independientemente de las restricciones asociadas a la pandemia.
Por eso, muchas organizaciones ya están pensando en mantener un modelo de trabajo que combine la oficina con el home office. Los servicios en la nube, la automatización y las herramientas de trabajo colaborativo serán los ejes fundamentales de los nuevos entornos laborales.
2. La inteligencia artificial en el centro del debate
La implementación de inteligencia artificial (IA) es uno de los mayores retos para las empresas. Además de los problemas de mantenimiento y escalabilidad, deberán hacer frente al debate que generan los marcos legales y éticos de la IA.
Las estrategias de ingeniería en IA pueden ayudar a descubrir patrones, irregularidades y hacer predicciones para mejorar el funcionamiento de una organización. En la actualidad, las metodologías DevOps, DataOps y DevSecOps son las más usadas para unificar y mejorar las operaciones.
Sin embargo, según las predicciones de Deloitte, la tendencia indica que cada vez será más importante la implementación de DevOps en el aprendizaje automático o machine learning. Así, surge MLOps, un modelo que busca escalar a nivel industrial el aprendizaje automático.
A medida que evoluciona la inteligencia artificial, también aparecen nuevos cuestionamientos éticos vinculados a la posibilidad de vigilar a los consumidores e invadir su privacidad.
La ingeniería en IA puede ser muy beneficiosa para las empresas. Dicho esto, su uso debe darse en un marco ético y responsable para que verdaderamente aporten valor a sus operaciones.
3. Internet of Behaviors (IoB)
Nunca hubo tantos datos disponibles como ahora, y todo parece indicar que la cantidad de información va a seguir aumentado con los años. Para las empresas, esto representa una oportunidad única: los datos de los clientes les permiten optimizar su vínculo con ellos.
Aquí entra en juego el Internet of Behaviors (IoB) o Internet del Comportamiento. Se trata del análisis de datos recopilados a través de distintos medios. Por ejemplo, a partir de redes sociales, reconocimiento facial o geolocalización.
El IoB se sirve del big data para analizar desde una perspectiva psicológica los comportamientos de los consumidores. Así, el cliente obtiene como valor añadido una experiencia personalizada, mientras que las empresas optimizan sus estrategias comerciales.
De todas formas, el IoB no está libre de controversias. Para que los clientes cedan su información, las marcas deben trabajar en políticas de privacidad y ciberseguridad que generen confianza.
4. Modelos avanzados de ciberseguridad
Con el incremento de dispositivos inteligentes, IoT, 5G y de la inteligencia artificial, también aumentan los sistemas susceptibles de recibir ciberataques. Por eso, los expertos en ciberseguridad intentan cambiar constantemente los paradigmas para prevenir amenazas.
En el modelo de ciberseguridad zero trust, no existe un área del sistema considerada confiable. En cambio, todos los accesos de usuarios, servicios y cargas de trabajo deben ser verificados y validados.
El objetivo de zero trust es implementar una arquitectura de ciberseguridad avanzada que pueda hacerle frente a ciberataques sofisticados.
La implementación de un modelo zero trust implica mayor seguridad, pero la transición puede ser difícil. Se necesita inversión y planificación para aplicar tecnologías de ciberseguridad con esa lógica.
Por otra parte, la consultora Gartner acuñó el término cybersecurity mesh para referirse a un novedoso modelo de ciberseguridad. En esencia, mesh es un abordaje distribuido para alcanzar controles de ciberseguridad confiables, flexibles y escalables.
Se trata de una arquitectura ideal para adaptarse a los entornos de trabajo virtuales, en los que las personas y recursos están distribuidos en muchas partes.
5. La nube como eje
La migración a la nube ya es una realidad en muchas organizaciones. Cada vez más empresas deciden invertir en soluciones de cloud computing para apoyar el trabajo remoto y modificar las formas en que crean valor.
Según el pronóstico de IDC, para fines del 2021 el 80% de los negocios se centrarán en infraestructuras y aplicaciones basadas en la nube. Además, la firma estima que para 2023 los ecosistemas cloud serán la base de todas las soluciones de automatizaciones operativas y de IT.
Asimismo, la nube distribuida o distributed cloud se perfila como la modalidad más importante para los próximos años. Se trata de un modelo en el que los servicios de nube pública están distribuidos en diferentes lugares físicos, mientras la gestión del servicio sigue centralizada en el proveedor.
Sin dudas, la nube es el nodo que interconecta todas las tendencias que mencionamos previamente. De ahí su importancia para el futuro de la transformación digital en las empresas.
El contexto de aceleración digital hace que los negocios, grandes y pequeños, deban animarse a romper paradigmas e integrar las innovaciones tecnológicas en sus operaciones.
En ese sentido, tener presente las tendencias para el futuro próximo se vuelve una necesidad.