Por: Gustavo Valdez
En el mundo de los negocios, como en tantos otros ámbitos de la vida, hay valores que son prácticamente inalterables. Un must have, en términos actuales, o un clásico en términos más tradicionales.
Haciendo un ejercicio de total simplificación, el objetivo de los negocios es vender más, a un menor costo y generar una diferencia que lo haga más atractivo que el de sus competidores. Hasta aquí los planteamientos aparentemente simples. La cuestión es cómo lograrlo en un mundo en permanente cambio y totalmente interconectado.
Para nosotros en Ikusi una parte fundamental de la respuesta está en la tecnología, más concretamente en un nuevo paradigma que entiende la tecnología como un activo crítico.
Por una parte, las soluciones de conectividad, seguridad y colaboración han adquirido, y seguirán haciéndolo en el futuro, un valor determinante para que las organizaciones puedan seguir operando en las especiales condiciones de trabajo generadas por la pandemia.
Por otra parte, las empresas pueden beneficiarse de todo el potencial de la tecnología para posicionarse en el mercado con una propuesta de valor diferencial frente a su competencia, aplicando la tecnología al servicio del negocio.
Estamos hablando de incorporar la tecnología a la estrategia empresarial. Una tendencia que ha venido para quedarse y que afecta a todos los negocios, desde los más sencillos a los más sofisticados. El grado de adaptación estará directamente relacionado con la actitud con la que cada negocio sea capaz de asumir el cambio.
La conectividad, un valor en alza.
La pandemia nos ha hecho ver de forma natural la movilidad de nuestro puesto de trabajo. Si las circunstancias lo permiten podemos estar en la oficina y tener un lugar asignado o un lugar en función de las necesidades, que podemos intercambiar con el resto de compañeros. Podemos estar en nuestras casas, en la habitación de un hotel o incluso sentados en un banco en un parque. Las soluciones de conectividad, muchas de ellas en la nube, acompañadas por las herramientas de colaboración y de las medidas de seguridad necesarias para no comprometer la información y los datos, nos permiten seguir interactuando con nuestros compañeros, clientes y proveedores. Damos continuidad al negocio independientemente de nuestra ubicación física.
La conectividad se ha vuelto tan relevante como el acceso al agua corriente o la propia energía. Eso hace que proveedores de servicios como Ikusi adquiramos una nueva dimensión para los negocios de nuestros clientes: somos más relevantes, lo que conlleva una mayor responsabilidad.
Inteligencia artificial, Machine Learning y automatización, más allá de los datos.
Quizás la afirmación pueda parecer un tanto exagerada, pero se acerca bastante a la realidad: estamos inundados de datos. Tenemos tantos a nuestro alcance, que el verdadero reto se ha convertido en interpretarlos y obtener de ellos información relevante.
Ya convivimos de forma cotidiana con tecnología que analiza nuestros datos y nos hace propuesta con base a ellos. Cualquier usuario de plataformas de streaming, de compras en línea o asistentes virtuales, por poner unos ejemplos, recibe recomendaciones basadas en los gustos que muestran las diferentes interacciones de compra, navegación, instrucciones, etc. que ha ido realizando el usuario.
Pero en los negocios la transición del dato a la información no es automática, hay que alimentarla y trabajarla con la ayuda de la tecnología. Ese análisis exhaustivo que facilita la tecnología permite identificar tendencias, analizarlas y tomar decisiones. En definitiva, ser proactivo y trabajar con información real y no con hipótesis que nos puedan llevar a escenarios poco realistas.
Esta creciente automatización también ha llegado a las diferentes tareas que realizan los profesionales de las organizaciones que están optando porque sean las soluciones tecnológicas las que se encarguen de las tareas repetitivas, mientras que su personal se centra en las tareas de mayor valor añadido. Esto es especialmente interesante en contextos de crecimiento.
Estas 2 tendencias irán convirtiéndose en parte fundamental de las empresas durante 2021, y solo me resta recomendar a todas aquellas organizaciones que no saben por dónde comenzar, que busquen socios de negocio que les ayuden a diseñar una estrategia de acuerdo a sus necesidades, objetivos y capacidad de inversión, y que permita optimizar al máximo su infraestructura tecnológica.