Una de las prioridades del gobierno actual ha sido la austeridad. Desde que inició esta administración, Coparmex coincidió con la necesidad de adelgazar ciertos rubros de gobierno, hacer eficiente el gasto y evitar el incremento de la deuda pública.
De hecho, nos pronunciamos a favor de la aprobación de la Ley General de Austeridad, este esfuerzo era completamente recomendable en un contexto de crecimiento económico. Pero hoy, en medio de la peor crisis en casi 90 años, vemos con preocupación que la austeridad se está convirtiendo en un freno a la recuperación.
La política de austeridad extinguió fideicomisos con alto impacto social y ahora es el principal argumento detrás de la pretensión de desaparecer los órganos autónomos que son pilares y contrapesos democráticos.
A través de esta Señal Coparmex hacemos un análisis que abone al debate público sobre la conveniencia o no de esta política, tomando en cuenta el contexto económico que vivimos; pero, sobre todo, buscamos presentar de forma concreta las repercusiones que tiene en la vida de las personas y las empresas.
REPERCUSIONES CONCRETAS DE LA AUSTERIDAD
Austeridad en operación, bonanza en proyectos emblemáticos
Prácticamente todos los gobiernos del mundo han adoptado como mecanismo para incentivar la actividad económica el incremento en el gasto público. México ha optado por gastar menos con algunas excepciones.
Contamos con un presupuesto que plantea a la austeridad como el antídoto a una economía deprimida, y por ello el gasto público para 2021 se contrajo 0.3% en términos reales. El presupuesto de egresos 2021, no contempla medidas contracíclicas que fomenten la inversión y la creación de empleos. Sin embargo, sí destina 102 mil millones de pesos a la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería Dos Bocas.
Hoy, se carece de un paquete fiscal sensible y no se ha decidido utilizar de forma parcial la línea de crédito del Fondo Monetario Internacional con la que se cuenta.
¿Ha sido exitoso privilegiar los proyectos emblemáticos? Estos 3 proyectos en conjunto según cifras oficiales crearían 450 mil empleos (Tren Maya 300 mil empleos; la refinería en Tabasco 135 mil personas; y el aeropuerto de Santa Lucía 15 mil empleos de civiles), lo cual es una meta demasiado baja si se considera que aún faltan por recuperarse 561,984 plazas laborales de aquellas que se perdieron hasta noviembre de 2020 a causa del confinamiento.
La austeridad está asfixiando las capacidades del Estado
Se recortó el 75% del ramo de gastos de operación de las dependencias. Esto terminó con contratos que dan empleo a personal de servicio y a proveedores del gobierno en plena crisis. La asfixia es patente en:
Eliminación de programas. Por ejemplo, Escuelas de Tiempo Completo y Estancias Infantiles cuyo desempeño había sido evaluado satisfactoriamente por el CONEVAL.
Falta de medicamentos.Los pacientes de VIH, diabetes, cáncer, hipertensión y lupus han sido los más afectados por la falta de las medicinas en las clínicas y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que registra 54% de los reportes por desabasto; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), con 30.5%; el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), con 9%; Pemex, con 1.7%, y otros, con 4.8%.
Recorte en prestaciones y herramientas de trabajo de servidores públicos. Se ha pedido la devolución de aguinaldos yalgunas secretarías han limitado el uso de computadoras y servicios básicos como agua y papel con el fin de generar más ahorros.
Subejercicio del gasto en salud. Mientras que enfrentamos la peor crisis sanitaria de la historia reciente, durante el primer semestre del 2020, el gasto en salud fue 4% menor a lo presupuestado y 1.7% menor a lo que se gastó en 2019.
Austeridad a costa del largo plazo y el desarrollo del país
Sin un análisis previo que lo sustentara, se eliminaron 109 fideicomisos. Estaban relacionados con rubros como ciencia, cultura, medio ambiente, derechos humanos, desastres naturales, agricultura, entre otros. Estos fideicomisos representaban 68,478 millones de pesos que llegaban a creadores, investigadores, estudiantes, deportistas y representaban una importante derrama económica.
Se extinguieron 65 fideicomisos con los que contaba el CONACyT y 26 fideicomisos relacionados a Centros de Investigación en todo el país (91 fideicomisos en total). Eran recursos que estaban destinados a la ciencia, tecnología e innovación y que ahora estarán sujetos a criterios políticos y discrecionales. El impacto de largo plazo será visible cuando no se cuente con mecanismos para ejecutar proyectos multianuales para lo cual eran útiles los fideicomisos.
Austeridad que pone en riesgo a la democracia y los derechos
Recientes anuncios del Ejecutivo amenazan la supervivencia de los órganos autónomos.
La motivación de ahorro presupuestal no se sustenta ya que estas entidades autónomas en su conjunto representan apenas el 2% del presupuesto de egresos para 2021. Sin embargo, si nos enfocamos en aquellos que han sido señalados (INAI, IFT, COFECE, CRE) en 2021 su gasto sólo representa 3.5 mil millones de pesos. Esto es el 0.06% del total del Presupuesto de Egresos 2021, cifra que contrasta con los recursos destinados a las obras prioritarias del gobierno que es 30 veces mayor.
EL LLAMADO DE COPARMEX
Este análisis nos permite concluir que el principal problema que enfrenta la política de austeridad no es el diagnóstico que la motiva (con el cual coincidimos), sino su implementación.
Si lo comparáramos con el cuerpo, la austeridad es positiva en cuanto equivale a una dieta que permite perder tejido graso, mientras que se convierte en perniciosa cuando deriva en pérdida de músculo y funciones vitales.
El énfasis en la austeridad tajante, la negativa a utilizar las líneas de crédito con que cuenta el país y la inexistencia de una política fiscal sensible a la realidad económica, se han convertido en una pesada losa que sofoca a las empresas y asfixia los empleos.
Nuestro llamado es a actuar con oportunidad, ya desaparecieron cerca de 1 millón de micro, pequeñas y medianas empresas y no podemos permitir que se sumen más a la lista.
El rediseño del gasto público ya no sólo es deseable, sino necesario.
Reiteramos nuestra voluntad de ayudar a la recuperación, tendemos la mano al Gobierno para participar en 3 tareas que serían claves para la recuperación:
- Primero, en la activa ejecución del Plan Nacional de Infraestructura.
- Segundo, si se cuenta con el respaldo a la iniciativa privada podrían disponerse de mayores recursos para la inversión y ayudar así a revitalizar la demanda interna.
- Tercero, ser actores coadyuvantes en la estrategia nacional de vacunación contra el COVID19.
La austeridad bien implementada de la mano de una política económica contracíclica son la vacuna que permitirá generar bienestar para las familias y fomentar el crecimiento.
El contenido de este artículo es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente el criterio de la revista USEC NETWORK.