Es útil mirar primero hacia atrás, cuando se mira hacia adelante: la retrospección tiene una forma maravillosa de proporcionar un contexto para la actividad de observación del futuro. Y cuando se mira hacia atrás en el último año, una actividad inútil podría ser la de intentar predecir el futuro.
Si bien la pandemia COVID-19 se había afianzado en Asia antes de finales de 2019, pocos habrían predicho el enorme impacto que tendría en todo el mundo a lo largo de 2020. En un corto espacio de tiempo, nuestra forma de vida, prácticas de trabajo y operaciones comerciales se pusieron al revés. Las restricciones de viaje, las normas de distanciamiento social, el aumento de los requisitos de higiene y la presión ejercida sobre los servicios de salud afectaron a nuestro negocio y al sector de la seguridad.
Al tratar el impacto en nuestro propio negocio y fuerza de trabajo – con la salud y seguridad de los empleados a la vanguardia – también vimos surgir nuevos casos de uso para nuestra tecnología y soluciones, además de nuevas formas de trabajo, que continuarán hasta el 2021 y más allá.
Sin embargo, el avance tecnológico continúa y, como hemos visto en los últimos años, en lugar de anunciar el surgimiento de tecnologías completamente nuevas, las tendencias que vemos para 2021 están conformadas por cómo y por qué se utilizan las tecnologías, y las implicaciones asociadas.
La confianza sigue siendo una prioridad en la agenda
Hemos mencionado la confianza en anteriores publicaciones de tendencias, y se ha vuelto aún más crítica. Hay muchos factores que contribuyen a mantener la confianza, y el sector de la tecnología está en escrutinio ahora más que nunca. Los clientes y los usuarios finales están exigiendo transparencia en torno a cómo se utiliza la tecnología y cómo se gestionan los datos, especialmente con el aumento de la vigilancia. Esto, junto con la necesidad de mantener la privacidad, será un desafío clave.
La renovación de los debates en torno a la confianza repercutirá directamente en la forma en que las organizaciones de todos los sectores demuestren activamente por qué son dignas de confianza. Debido a su naturaleza, el sector de la seguridad estará sometido a una presión aún mayor para duplicar sus esfuerzos en este ámbito.
El mundo se mueve horizontalmente
En los últimos años se han visto aplicaciones y servicios diseñados en gran medida para entornos específicos, ya sea basados en servidores, en la nube o en el extremo. Impulsados por el deseo de lograr un rendimiento, una escalabilidad y una flexibilidad óptimas, junto con los beneficios de acceder y utilizar los datos en cualquier momento y desde cualquier lugar, el próximo año verá el impulso hacia la integración horizontal entre entornos.
Se desplegarán aplicaciones y servicios cada vez más inteligentes en las tres instancias -servidor, nube y extremo- empleando las mejores capacidades de cada una, mejorando el rendimiento y la eficiencia de la solución. Por ejemplo, la analítica en el extremo en una cámara de vigilancia potencialmente enviará un mensaje a un operador con una alerta, el operador luego accederá a la alimentación de video en vivo a través de una aplicación basada en la nube para verificar y responder.
Este cambio a un enfoque «horizontal» aumentará la velocidad y la precisión de la seguridad y la vigilancia, pasando de un enfoque reactivo a uno proactivo, manual y automatizado, a la vez que reducirá el ancho de banda, la energía y el costo.
Ciberseguridad: la continua tendencia
Esa integración horizontal no hará sino aumentar la atención prestada a la robusta ciberseguridad -una cadena, después de todo, sólo es tan fuerte como su eslabón más débil- y la constante evolución del panorama de las amenazas cimienta su pertinencia año tras año. Debido a la posibilidad de que se obtengan elevados beneficios financieros y se interrumpa la infraestructura esencial, seguirán surgiendo nuevas capacidades, tácticas y amenazas que requerirán una vigilancia constante.
La Inteligencia Artificial será empleada por los ciberdelincuentes tanto como en cualquier otro sector, reforzando su capacidad para encontrar y explotar las vulnerabilidades. Las falsificaciones profundas se volverán aún más sofisticadas y realistas, lo que podría poner en duda las pruebas de vigilancia por video. En consecuencia, será necesario seguir desarrollando métodos para verificar el contenido, los dispositivos y las aplicaciones a fin de mantener la confianza en su autenticidad.
Los avances en la ciberdelincuencia también se extenderán a métodos probados y reales, los cuales serán más difíciles de detectar. Como resultado, los empleados serán aún más susceptibles a este tipo de ataques y se necesitará, como siempre, una educación constante y recordatorios de las mejores prácticas en materia de ciberseguridad.
Tradicionalmente, la ciberseguridad se ha basado en un modelo de «perímetro», en el que la red está protegida por una única pared, esperemos que impenetrable, compuesta por cortafuegos, VPNs/VLANs, air-gaps, redes definidas por software y otras tecnologías. Pero este modelo es desafiado, y una sola brecha puede resultar en que toda la red se vea comprometida.
Por lo tanto, se acelerará el paso a las redes de confianza cero, en las que se evalúa de forma independiente el perfil de seguridad de cada dispositivo y aplicación. La confianza se entregará a través de la comunicación de dispositivo a dispositivo y/o de aplicación a aplicación mediante un firmware firmado, actualizaciones de software, arranque seguro, datos/video cifrados e identidad segura. Puede parecer una acusación de la época en que vivimos, pero la única manera de confiar en la seguridad de algo es no confiar en nada.
La realidad de la IA: desarrollar lo bueno, abordar lo malo y anticipar lo feo
Hemos estado hablando de la IA durante tanto tiempo que algunos podrían cuestionar su validez como tendencia. Pero con el aprendizaje automático (ML) y el del learning ahora ampliamente disponibles en la tecnología de vigilancia, las implicaciones de su uso serán un factor en 2021.
Ahora tenemos ejemplos concretos de varios casos de uso de la IA en la vigilancia, pero como hemos visto en otros sectores (por ejemplo, accidentes de vehículos autónomos) el impacto positivo de la IA puede ser superado por la atención prestada a fallos específicos. Las narraciones tienden a centrarse en los errores de la automatización, y sin duda esto también será así en el sector de la vigilancia.
Sin embargo, esto no debe actuar como un elemento disuasorio y no debemos perder de vista los casos positivos de uso potencial de la Aprendizaje Automático y el Deep learning en la vigilancia. Por ejemplo, el uso de estas capacidades en los dispositivos de borde puede ayudar a identificar objetos y reducir los falsos positivos. Como resultado, los expertos en seguridad pueden pasar a una forma de trabajo proactiva y basada en eventos, en lugar de una vigilancia manual continua.
Las tecnologías de poco o ningún contacto pasan a primer plano
Los reglamentos, normas y hábitos de consumo establecidos durante este año serán comunes en 2021. La tecnología apoyará la forma en que se supervisen y se hagan cumplir, impulsada por las preocupaciones de higiene y el distanciamiento social. Como resultado, la implementación de tecnologías de poco o ningún contacto, especialmente en áreas como el control de acceso, aumentará. Además, las soluciones de vigilancia con capacidad de recuento de personas se convertirán en la norma, para asegurar el cumplimiento de las normas de distanciamiento social.
Reimagine la Sostenibilidad
Una de las preocupaciones durante la pandemia ha sido que se ha reducido la atención al medio ambiente y a la sostenibilidad. Varios incidentes ambientales importantes han puesto en primer plano estos debates, y se espera que en 2021 la sostenibilidad recupere su posición como principal esfera de preocupación.
Los materiales utilizados en los productos y su duración siguen siendo dos de las áreas más impactantes en las que el sector de la vigilancia puede impulsar los beneficios ambientales. Si bien se han dado pasos importantes para reducir el uso de plásticos y PVC en los productos y aumentar el nivel de utilización de materiales reciclados y reciclables, se pueden hacer más progresos.
Además de los materiales utilizados en los productos, la duración de los mismos será un factor crítico para la toma de decisiones de los clientes. Es mucho mejor para el medio ambiente -y para la economía- especificar un producto de alta calidad con una larga vida útil prevista, que uno que requiere ser reemplazado después de unos pocos años.
La única constante es el cambio
Está claro que las predicciones deben tomarse en poca cantidad, y los acontecimientos de 2020 demostraron por sí solos los riesgos de tratar de predecir con exactitud los acontecimientos futuros. Sin embargo, las tendencias descritas anteriormente son, creemos, lo suficientemente amplias como para aplicarse incluso en el contexto de un entorno turbulento. Lo que seguirá siendo cierto es que los períodos de incertidumbre subrayan la necesidad de agilidad y de un enfoque abierto para la resolución de problemas, cualquiera que sea el futuro.
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