Era 1961 cuando el Departamento de policía de Londres utilizó por primera vez la tecnología de circuito cerrado de televisión (CCTV) para monitorear las estaciones de trenes, el objetivo de esta acción era simple: reducir los índices criminales que diariamente afectaban a los usuarios de ese sistema de transporte. Han pasado casi 4 décadas desde aquella acción pionera en donde se utilizó un medio electrónico para fortalecer la seguridad pública, una práctica que actualmente es natural en la mayoría de las policías del mundo debido a la efectividad que aporta a las operaciones para combatir a la delincuencia.
La seguridad pública es un deber del estado que se centra en proporcionar seguridad a sus ciudadanos, organizaciones e instituciones. La seguridad es un habilitador económico y un factor clave para la prosperidad social, es por ello la relevancia que toma para los responsables del orden público el contar con herramientas eficientes y confiables para el desempeño de sus actividades. El aumento en las tasas de crimen y violencia han derivado en que las fuerzas del orden público integren nuevas tecnologías para apoyarlos en sus actividades diarias, esta práctica ha evolucionado en un modelo denominado Safe City o “Ciudad Segura”.
El concepto de Safe City promueve la interoperabilidad entre las fuerzas del orden, servicios de emergencia y agencias gubernamentales a través de plataformas tecnológicas con el objetivo de reducir los índices criminales en la población y con ello mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Los elementos tecnológicos principales de una Safe City son:
1. Centros de control y comando
2. Sistemas de Videovigilancia
3. Sistemas de procesamiento y almacenamiento de datos
4. Infraestructura de red confiable
5. Comunicaciones integradas
Un modelo de Safe City debe entenderse como la extensión de las capacidades del orden público mediante la tecnología, ejemplo de ello tenemos:
• Extender las capacidades visuales a través de sistemas de videovigilancia
• Extender las capacidades auditivas a través de sensores acústicos
• Mejorar la comunicación a través de sistemas de radio, telefonía y postes SOS
• Mejorar la coordinación de los primeros respondientes a través de sistemas de despacho
• Obtener evidencia digital para consignar delincuentes
En México el modelo de Safe City ha sido adoptado en varios estados, varias entidades han implementado Centros de control y comando para coordinar sus operaciones de seguridad pública, por mencionar algunas están:
• Ciudad de México
• Estado de México
• Querétaro
• Puebla
• Hidalgo
El éxito de un proyecto de Safe City no depende únicamente de contar con los recursos económicos para su realización, se debe tener claro que se trata de un proceso interdisciplinario que involucra mesas de trabajo con autoridades, ciudadanos y especialistas en seguridad (sistemas y metodologías). La definición de objetivos y el diseño de los sistemas pueden tener una duración de entre 12 y 18 meses, el tiempo de ejecución dependerá de la cantidad de sistemas a desplegar, por su complejidad, es común que estos proyectos se realicen en fases.
Es importante mencionar que el éxito de una Safe City dependerá de tres factores: liderazgo de las autoridades para continuar y mejorar el modelo, la efectividad para operar la tecnología y la confianza de los ciudadanos en el nuevo modelo operativo.
Ikusi es una empresa líder desarrollando proyectos de seguridad a nivel internacional, la vertical de seguridad de Ikusi está conformada por especialistas en seguridad física y electrónica, cuya experiencia permite colaborar en la creación e implementación de modelos de Safe City, el conocimiento adquirido por más de 50 años respalda nuestro profesionalismo y excelencia.
Por: Michel Nieto Hernández, PSP, Senior Proyect Manager Ikusi