Se acerca la fecha declarada por el Gobierno federal como inicio de la “Nueva Normalidad”, y el estado de Chihuahua debe preparar protocolos mínimos de sanidad para reabrir el sector manufacturero y de exportación para reactivar la economía sin peligro de nuevos contagios.
Según los datos actualizados al 26 de mayo, el estado de Chihuahua tiene 1,498 contagios, 399 en Chihuahua capital y 909 en Ciudad Juárez, sus dos ciudades más grandes. Desafortunadamente, hemos visto al menos 263 decesos en nuestra entidad, 39 en la capital y 210 en Juárez. De acuerdo con el semáforo epidemiológico implementado por el presidente López Obrador, Chihuahua se encuentra en verde, lo cual permitiría reabrir toda la industria de manufactura y exportación tan pronto como el primero de junio. Sin embargo, el gobernador Javier Corral señaló este miércoles 27 de mayo que en Chihuahua no deben aplicarse los mismos parámetros de regreso de actividades, y en reunión con la Cámara Nacional de Comercio en la capital, mencionó que el regreso de actividades podría ser hasta el 15 de junio.
Estas diferencias advierten la importancia de plantearnos una estrategia unificada. Como experto en medicina migratoria e inmunología y delegado de la Organización Mundial Por la Paz (OMPP) en México, y líder de un task force del sector maquilador en Ciudad Juárez para la implementación de protocolos, sugiero las siguientes seis medidas indispensables:
1. Las empresa deben estratificar a su personal en relación al historial clínico de cada empleado y a los diversos grupos etáreos, con el objeto de identificar a grupos vulnerables, como pacientes con obesidad, diabetes, hipertensión, artritis reumatoide, lupus o cualquier otra enfermedad que comprometa el sistema inmunológico, lo cual incluye pacientes bajo tratamientos que los comprometan inmunológicamente.
Los que tienen antecedentes clínicos de este tipo, y a su vez lleven un control inadecuado de su padecimiento, no deberían acudir a sus estaciones de trabajo hasta regularizar su condición clínica.
Pacientes disciplinados que hayan acudido a sus consultas y tomado sus medicamentos de forma correcta pueden irse integrando de forma escalonada.
2. Las empresas deben ofrecer talleres informativos en el que eduquen a todos sus empleados en medidas de prevención estrictas. Estos talleres deben insistir en no convivir en espacios públicos, y en permanecer en casa lo más posible cuando no estén en el trabajo.
3. La industria debe proveer un medio de transporte de uso exclusivo para su personal, con el objeto de reducir al mínimo el contacto con otras personas en el sistema de transporte público.
Esto requiere sanitización de los vehículos dos veces al día: antes de recoger a los trabajadores rumbo a las instalaciones, y antes de recogerlos de la empresa para llevarlos a sus hogares.
Los transportes deben incluir a dos personas: el chofer y alguien más que tome la temperatura de todos los empleados antes de subir a la unidad. Cualquier persona con temperatura de 36.6 °C o superior no debe abordar ni ir a trabajar por ese día.
4. Al llegar a las instalaciones, debe haber un puesto de seguridad con túnel sanitizante que dé acceso a las instalaciones, y en el que se vuelva a tomar la temperatura a todos los empleados.
5. Antes de ingresar, todos los empleados deben recibir cubrebocas y botas de plástico o cubrebotas quirúrgicas para portar en todo momento dentro de las instalaciones, y proceder a un lavado de manos semi quirúrgico con agua y jabón y gel antibacterial que contenga un mínimo de 70% de alcohol. Durante la jornada laboral, todo empleado debe aplicarse un lavado de manos convencional al menos una vez por hora.
6. El espacio mínimo sugerido entre todos los empleados es de dos metros en todo momento. Toda actividad laboral debe pensarse con este factor en mente.
Las empresas que hagan la inversión necesaria para implementar estas seis medidas estarán mucho mejor equipadas para volver a funcionar sin convertirse en focos de infección, y puedan operar bajo la Nueva Normalidad. Es crucial reactivar la economía del estado y la nación, pero siempre y cuando esto no implique un riesgo de contagio. Habrá un antes y un después del COVID-19, por lo que esta debe ser la nueva biopolítica, el eje rector hacia un mejor futuro
Fuente: omnia.com.mx