Vivimos en un presente que nunca nos imaginamos. Lo vimos cientos de veces en diferentes películas, pero cuando el 31 de diciembre celebramos la llegada de un nuevo año nadie podía anticipar que sería tan diferente. Y si bien los cambios son a todo nivel, de cara al interior de las empresas, se aceleró una transformación que desde hace unos años venía dando algunos pasos en Latinoamérica: la de la movilidad empresarial. De un día para el otro, los empleados de las empresas tuvieron que ir a trabajar desde sus casas. Y los CIOs tuvieron que dar el soporte tecnológico para que pudieran contar con todo lo que necesitan para trabajar. Pero ¿de qué forma están abordando este cambio?
Ahora que ya hace varias semanas que estamos trabajando desde casa, es momento que los CIOs analicen y se pregunten si la experiencia de trabajo que están brindando es la correcta y de qué manera están gestionando los datos y aplicaciones. Porque a medida que vayamos avanzando hacia una nueva normalidad, robustecer la infraestructura será clave.
En este sentido, un primer análisis tiene que enfocarse en el acceso a los datos y aplicaciones. La experiencia de trabajo está muy ligada a la capacidad de las personas de tener lo que necesitan cuando lo necesitan y definitivamente impacta en la productividad. Subestimar la necesidad de calidad en el acceso a la información sólo acercará a los empleados a prácticas que pueden terminar por poner en riesgo los datos.
La seguridad de la información es otro punto central. Logramos enviar a los empleados a trabajar desde casa, pero ¿Está la información segura? ¿Tenemos control y visibilidad o al salir del edificio corporativo hemos perdido todo? En un contexto donde los accesos y redes utilizadas se han diversificado, donde hay un mayor uso de dispositivos personales, donde se han incrementado los ataques de tipo phishing, poder separar la información corporativa de la personal y agregar un perímetro de seguridad alrededor de los datos y aplicaciones es vital.
Finalmente, pero no menor, está la red como punto a observar. Estamos todos trabajando desde casa pero a la vez esa red se usa por distintas personas que están en la casa. O es una red que no tiene mucha capacidad. Tener la posibilidad de gestionar la red optimizando la conectividad se vuelve un recurso más que interesante para sostener prácticas laborales cotidianas como las videollamadas y asegurar que la red siempre responderá para que los empleados puedan trabajar sin obstáculos.
La mirada del CIO sobre estos aspectos será determinante para lograr una buena experiencia de trabajo que permita sostener la movilidad empresarial no sólo ahora sino de cara al futuro. Muchos cambios que se están dando de forma forzada nos seguirán acompañando post pandemia, el trabajo remoto es uno de ellos. Y todo lo que se haga desde ya para que este modelo sea efectivo le da más oportunidades al negocio, potencia e impulsa a los empleados y coloca al departamento de TI en el rol de habilitador del cambio que siempre tiene que tener.
por Juan Pablo Jimenez, vicepresidente de Citrix Latinoamérica y El Caribe