Por Manuel A. Sordo, General Manager para Latinoamérica de Universal Robots
La carrera por la automatización de la industria se ha convertido en la prioridad de muchas empresas, países y economías que buscan la manera de seguir liderando el mercado y mantener un margen diferencial frente a sus competidores.
Esto es en lo que se ha convertido la revolución industrial de la tecnología, o cuarta Revolución Industrial, donde lo que prima es la automatización y la introducción de robótica que agilice procesos productivos y ayude a reducir costes de producción.
Aunque las voces más polémicas siguen alarmando sobre que la automatización comprende la desaparición de puestos de empleo, la realidad de los últimos años y de los países más avanzados en materia de robótica industrial demuestran todo lo contrario.
Sí que es verdad que es necesario un reenfoque de los roles profesionales o de las habilidades que dominan los operarios, pero esto no hace más que abrir nuevas oportunidades para que el uso de la robótica en la industria se expanda a más países y sectores.
La era de la “robot-lución”: retos y oportunidades
Países como Japón, Corea del Sur o Singapur son de los más robotizados y los que más recursos han invertido en procesos de automatización para que sus empresas estén a la cabeza de la revolución industrial tecnológica.
En el caso de Europa, países como Alemania, Bélgica o España no han dudado en aprovechar las características de la automatización como valor diferencial y herramienta para mejorar su competitividad.
Muestra de ello es la consolidación de otras empresas nacionales como Universal Robots especializadas en diseñar e implementar soluciones robóticas para todo tipo de industria, a través de brazos robóticos colaborativos fáciles de integrar y destinados a mejorar la productividad.
Los retos a los que se pueden enfrentar las empresas, sobre todo las PyME, no es tanto la inversión necesaria para automatizar sus procesos, sino el cambio de mentalidad y de cultura de empresa que les permita adaptarse al nuevo contexto tecnológico.
Robots colaborativos como los de Universal Robots son asequibles para todo tipo de empresas, tanto por sus tamaños como por el rápido retorno de la inversión, ya que integrar robots se traduce en:
- Aumento de la producción.
- Reducción de los costos.
- Mayor aprovechamiento de recursos y materiales.
- Reducción de productos defectuosos o que no cumplan los estándares de calidad.
- Aumento de la productividad y eficiencia productiva.
Como indican muchos de los casos prácticos en los que ha participado Universal Robots, el aumento de la producción de las industrias ha ido acompañada de una necesidad de aumento de las plantillas para poder atender este incremento de trabajo.
Por otro lado, para la mayoría de las empresas, este proceso de “robot-lución” no ha sido tan disruptivo como pensaban, ya que lo que ha supuesto es un reenfoque de tareas y una necesidad de adquirir nuevas habilidades profesionales, algo al alcance de cualquier operario.
Robótica colaborativa en la industria 4.0
La industria de la automoción, junto a la metalúrgica, la de plásticos o la electrónica son algunas de las que han recurrido a los cobots o robots colaborativos para ponerse al día en la era de la industria 4.0.
Introduciendo cobots en sus cadenas de producción se ha conseguido dar soluciones a muchas de las exigencias actuales del mercado, como producciones más flexibles o procesos productivos más eficientes y sostenibles.
Con el uso de la robótica en la industria, por ejemplo, de la automoción, se ha conseguido automatizar procesos que requieren mucha precisión, como el moldeo de piezas o su ensamblado.
Al operar con máquinas automatizadas que responden a parámetros predeterminados es más fácil que el cobot adapte su fuerza o velocidad de trabajo, según el material que está manejando o la delicadeza de este.
Junto a estas tareas básicas en la cadena de montaje, se añade que los brazos robóticos también son capaces de realizar simultáneamente, exhaustivos controles de calidad.
En el caso de empresas como la metalurgia o de plásticos y polímeros, que suelen producir piezas para proveer a otras industrias, esto ha ayudado a mejorar la calidad del producto final y la reducción de costes ante la reducción de piezas defectuosas que deben ser devueltas y reemplazadas.
Y en el plano colaborativo, el trabajo con robots se ha ido integrando de forma muy natural, ya que los operarios son ahora los encargados de supervisar las máquinas o configurarlas para la realización de nuevas tareas.
Por su parte, los cobots han sido diseñados para trabajar cerca de los humanos, por lo que cuentan con sensores y parámetros que hacen que la intensidad de su actividad se modere ante la presencia humana, creando espacios de trabajo más seguros y reduciendo los riesgos laborales.
¿Qué podemos concluir?
De acuerdo con lo que muestra el panorama internacional y el avance de la industria 4.0, toda empresa que quiera formar parte de la era de la automatización necesita creer menos en los falsos mitos sobre la robótica y apostar más por la automatización de la industria.
Entre las PyME con futuro no solo se encuentran aquellas que operan en el ámbito de las TIC y la innovación, sino que también destacan aquellas que han introducido robots colaborativos para automatizar procesos, ganando en eficiencia, posicionamiento y adaptabilidad al mercado.
Y tú, ¿estás listo para la “robot-lución” y para aprovechar todas las oportunidades que trae consigo la era de la automatización?