Se terminaron las vacaciones y con ello inicia el ciclo escolar 2019-2020, y más de 30 millones de niños, niñas jóvenes y adultos regresan a sus escuelas. Lo anterior nos hace pensar en la necesidad de que tanto en Jardines de Niños como en Universidades, ya sea públicas o privadas, cuenten con sistemas de seguridad física que mantenga a los estudiantes y al personal protegido y enfocados en un mayor rendimiento académico.
Como sabemos, las escuelas deben ser espacios formativos y seguros que desarrollen conocimientos, habilidades y valores. Sin embargo, lamentablemente se han registrado casos como el sucedido en 2017 en una escuela de Monterrey, donde un adolescente atacó con arma de fuego a su maestra y compañeros. Incidentes de este tipo han llevado a incrementar la seguridad escolar con tecnologías de vanguardia en campus de diferentes partes del mundo.
Venta de estupefacientes, delincuencia y bullying hacen urgente el reforzar la seguridad en los planteles del país. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México ocupa el primer lugar (entre los países que la integran) con mayor índice de bullying en alumnos de secundaria.
Operativos, como “Operación Mochila”, han sido una medida de las autoridades educativas para impedir que los alumnos introduzcan drogas, armas blancas y armas de fuego.
De acuerdo con información del gobierno de la CDMX, son 22 los planteles educativos públicos y privados en delegaciones como Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Miguel Hidalgo y Tlalpan, los que tienen registros de mayor incidencia delictiva.
Por lo anterior, desde que se elige un centro educativo no solo se debe tomar en cuenta la calidad y el nivel del mismo, sino la seguridad, pues ésta se vuelve un factor esencial para considerarla también una “buena escuela”.
Los sistemas de videovigilancia, el control de acceso, el reconocimiento de matrículas y los programas de análisis pueden trabajar juntos para ofrecer una solución unificada que brinde protección total en una escuela.
Las ventajas de un sistema de videovigilancia es que proporciona una representación visual en vivo y grabada de lo que está sucediendo y puede servir de evidencia para las autoridades en algún proceso de investigación.
El control de acceso electrónico en puertas y barreras no solo regula quién entra y a dónde se dirige, sino que también brinda protección para la propiedad y activos de la institución. La capacidad de bloquear inmediatamente los accesos resulta necesario ante situaciones de riesgo.
El reconocimiento automático de matrículas (ALPR) puede ayudar a localizar personas que han sido expulsadas del campus y tienen prohibida la entrada. Estos componentes, junto con análisis, comunicaciones y detección de intrusos, pueden trabajar de manera coordinada para brindar un entorno más seguro.
“Cuando se evalúan las soluciones de seguridad que existen en el mercado, es importante observar el panorama completo. Ya no es satisfactorio reunir componentes de seguridad dispares y esperar que funcionen correctamente juntos a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API) o un kit de desarrollo de software (SDK)”, comentó Abelardo Tous-Mulkay, Director General de Genetec México. “Si bien en el pasado depender únicamente de este tipo de integraciones había sido aceptable, los avances en tecnología han dado como resultado soluciones unificadas que se crean desde cero y se codifican para unir la funcionalidad de estos componentes en una plataforma que ofrece una interacción perfecta”, señaló el experto.
¿Qué significa la unificación de los sistemas de seguridad física?
Significa que todos los componentes de seguridad física no solo se ejecutan desde una interfaz de usuario, sino que son, en esencia, el mismo sistema. Una solución de seguridad unificada en una escuela maximiza el uso de la infraestructura, facilita las actualizaciones y presenta una gestión integral del nivel de amenaza en caso de algún ciberataque. “La capacitación se simplifica y facilita el trabajo a los encargados de la seguridad. El soporte y el mantenimiento también son más eficientes, con un solo punto de contacto para encontrar la causa raíz de los problemas y garantizar la compatibilidad entre versiones”, dijo el directivo.
Beneficios de un sistema de seguridad unificada
1. Mayor conciencia de la situación: A medida que las instituciones educativas aumentan en tamaño y complejidad, mantener una visión global puede ser un desafío. Un sistema de seguridad puede proporcionar la información necesaria para responder de manera rápida y efectiva a cualquier situación. Esta mayor conciencia situacional puede incluso salvar vidas en una emergencia cuando solo unos segundos importan.
2. Mejor atención en caso de emergencias: Cuando se produce un evento o incidente en una institución educativa, es muy importante que los socorristas puedan actuar con rapidez y conocimiento. Estar preparado ante emergencias incluye el establecimiento de conexiones claras y vías de comunicación con la policía y otras autoridades locales como bomberos.
3. Mejorar el flujo del campus: Los estudiantes, maestros, padres y personal de servicio se mueven todos los días al interior de las escuelas. Identificarlos es esencial. Los sistemas de seguridad actuales pueden establecer y rastrear el acceso de todos los ocupantes del campus, bloquear o desbloquear una instalación en caso de emergencia e integrar alarmas de humo, intrusión e IoT, así como tecnología de detección de disparos.
4.Mejor control de los estacionamientos: El uso de unidades de ALPR ayuda a los administradores y al personal de seguridad a verificar la ocupación de estacionamientos en tiempo real, así como para mejorar el control de entradas y salidas de vehículos y dirigir a los conductores a espacios disponibles.
5. Mayor seguridad: Las instituciones educativas pueden tener múltiples instalaciones como laboratorios de investigación, dormitorios, bibliotecas, complejos deportivos. Un sistema de seguridad física que unifica la videovigilancia IP, el control de acceso y ANPR / ALPR dentro de una solución intuitiva puede ayudar a mantener segura toda la institución sin importar qué tan grande sea.
En suma, los estudios confirman que la instrucción y el aprendizaje ocurren mejor cuando todos se sienten seguros. Una encuesta realizada en 2018 por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), presentó datos relevantes en cuanto a la percepción de la seguridad por parte de niños y jóvenes de entre seis y diecisiete años. El 53.4% del grupo de entre diez y diecisiete años dijo enfrentar algún tipo de violencia en la escuela.
La información de esta encuesta señala que en las escuelas privadas, entre los alumnos en edades de seis a nueve años, hay mayor incidencia a la violencia y se mantiene una media de 13% en la percepción de inseguridad en escuelas tanto públicas como oficiales, en edades de diez a diecisiete años.
De acuerdo con Genetec, empresa que desarrolla software de plataforma abierta, hardware y servicios basados en la Nube para la seguridad nacional, pública y privada, es imperativo que las escuelas de todos los niveles inviertan en un sistema de seguridad que brinde soluciones tecnológicamente avanzadas.