Por Manuel A. Sordo, General Manager para Latinoamérica de Universal Robots
Sin importar el tipo de industria para la cual trabajes, estoy seguro de que puedes imaginar la sensación optimista que se produce cuando las últimas predicciones sobre el crecimiento del mercado de robótica fijan la oportunidad hacia una vía rápida de crecimiento exponencial. Después de todo, así es como las industrias obtienen grandes ganancias y beneficios.
Para los robots colaborativos (cobots), la noticia parece ser buena. Un reciente estudio a nivel mundial promociona cifras de un incremento de CAGR de hasta el 50%, lo que resulta en un tamaño de mercado presupuestado de $4 mil millones de dólares para 2023. Con base en esto, es fácil entender cómo las industrias podrían verse arrastradas por un vertiginoso optimismo. Pero es importante destacar que, dentro del mundo de la tecnología disruptiva, es una buena práctica no apresurarse.
Eso no quiere decir en absoluto que las industrias no deben depositar toda la confianza en el potencial de los cobots para transformar la fabricación. He escrito mucho al respecto, y lo que es más importante, he visto a nuestros clientes poner cobots a trabajar en sus operaciones con gran éxito. Sin embargo, la mayoría de las veces, hay mucha resistencia a la innovación disruptiva que traen los cobots. E incluso después de que los cobots están en su lugar y hacen bien el trabajo, el pensamiento arraigado arroja obstáculos para la expansión.
¿Qué se necesitará para reducir o cerrar completamente la brecha entre la exageración y lo que Gartner ha calificado como el “valle de la desilusión” para los cobots?
Los fabricantes saben que están atrapados entre la realidad de hoy, donde la productividad está siendo sofocada por una fuerza laboral que envejece y un grupo de trabajadores que no quiere trabajar en la fabricación y la presión de pasar a la era de la fabricación digital, donde las máquinas operan de forma autónoma, con alimentación mediante la toma de decisiones distribuidas, y los productos encuentran su camino de forma independiente a través del proceso de producción. Los fabricantes saben que una mayor automatización es clave para romper el punto muerto entre el statu quo de hoy y la promesa de la Industria 4.0.
Para automatizar más sus operaciones, se requiere evaluar a los proveedores de robótica a través de un enfoque dual: ¿qué puede hacer por mí hoy y cómo me ayudará a estar listo para mañana? Aquí hay algunas cosas que deben preguntarse las industrias y buscar para estar seguras de que la solución cobot es adecuada:
- ¿Quién entrena al cobot? Un cobot debe ser entrenado fácilmente por las personas que ya trabajan en la fábrica. Sin programación no hay habilidades informáticas avanzadas. Simplemente mostrar lo que debe hacerse moviendo los “brazos”, guardar esa tarea en la memoria interna y poner a trabajar al cobot.
- ¿Qué tan rápido se pueden poner a trabajar los cobots? Los cobots deberían ser fáciles de implementar, en el entorno existente, sin necesidad de nuevos accesorios o procesos. Las tareas ya deberían haber sido identificadas para los cobots para ser entrenados y, por lo tanto, el tiempo desde el primer momento hasta la productividad debe medirse en días, no en meses.
- ¿Cuántas tareas puede hacer un cobot? A diferencia de la automatización tradicional, donde los robots están cableados y programados para realizar una sola tarea, los cobots deberían poder realizar una amplia gama de tareas. Los sensores avanzados y los sistemas de visión son críticos para esta flexibilidad.
- ¿Qué tipo de tareas pueden hacer los cobots? Esta pregunta es crítica, especialmente porque la tecnología detrás de los cobots es tan nueva que la mayoría de los ingenieros de automatización ni siquiera han soñado con las posibilidades. Las tareas repetitivas a escala humana, realizadas a cadencia humana, son un buen lugar para comenzar. Elija un socio que pueda visitar la operación y, en el acto, señale las tareas que puede hacer el cobot. Con la innovación, no es suficiente vender la promesa.
- ¿Cuánto cuesta la innovación? Los cobots pueden hacer más gracias al software y, al igual que nuestros teléfonos inteligentes, las actualizaciones deben ser gratuitas. Esto brinda a los fabricantes un camino a futuro para la innovación en automatización continua.
- ¿Qué tan inteligente es el cobot? A medida que la digitalización de la fabricación se convierta cada vez más en una realidad, las máquinas inteligentes serán esenciales. El cobot debería poder administrarse a sí mismo en la tarea asignada y monitorear su propio rendimiento. Debe poder administrar y monitorear las máquinas con las que está interactuando e informar sobre las métricas clave. Debe poder solucionar problemas de rutina, resolverlos y proporcionar actualizaciones también.
Verdaderamente es emocionante ver los cambios que experimentaremos a medida que la fabricación evoluciona hacia el futuro digital. Y es aún más emocionante ser parte del mercado que ayudará a acelerar ese viaje.