Todas las organizaciones buscan aumentar la productividad de sus colaboradores a través de planes de capacitación y hasta programas de bienestar que incluyen clases de yoga y esquemas alimenticios, por mencionar algunos. Estos factores sin duda ayudan al desarrollo de las personas y mejoran su nivel de satisfacción. “Sin embargo, el espacio de trabajo personal es uno de los elementos más ignorados y que incide directamente en el desempeño laboral”, señala Alberto Elizondo, Managing Director, Latin America & Caribbean de Humanscale.
De acuerdo con un estudio auspiciado por la inmobiliaria CoreNet Global, la dinámica espacial de las oficinas ha cambiado dramáticamente en los últimos años. La oficina moderna debe atender cada vez a más personas por metro cuadrado. Si bien este ajuste se debió en gran medida por la creciente ubicuidad de los dispositivos móviles, de manera más reciente el principal impulsor del cambio parece ser la desaparición gradual de las estaciones de trabajo personales, en favor de un espacio más compartido.
“Normalmente no prestamos atención al diseño de los espacios laborales personales, resultando en incomodidad para los empleados, falta de motivación y bajo desempeño”, señala Elizondo. La Organización Mundial de la Salud ha señalado que los entornos laborales poco satisfactorios inciden negativamente en la salud de los empleados. En 2016, el Centro de Economía Internacional de Australia registró pérdidas por más de $34 mil millones de dólares al año debido a ausencias por enfermedad, mientras que el presentismo (asistencia a trabajar con problemas de salud) representó un costo de $7 mil millones de dólares.
Jonathan Puleio, Vicepresidente de Consultoría de Humanscale, señala que “desafortunadamente, los gerentes a menudo no consideran que la ergonomía sea parte de una estrategia comercial o un medio para alcanzar los objetivos comerciales. Para muchos, el campo de la ergonomía está asociado con lesiones costosas, equipo especializado y gastos legales”.
El entorno laboral moderno resulta estimulante e inspirador cuando crea espacios que fomentan la movilidad y brindan oportunidades para que los empleados elijan posturas cómodas. Incluso es posible que esta sensación de bienestar se refleje de manera positiva en la interacción de la gente, disminuyendo los sentimientos negativos y las expresiones de enojo.
Algunos factores que deben considerarse para mejorar la productividad en las empresas, sin perder de vista en bienestar de los colaboradores, son los siguientes:
- Iluminación y color
- Calidad del aire
- Materiales de muros y puertas
- Muebles ergonómicos, es decir que se adapten al trabajador
- Eficiencia energética
Los empleados que ven que su empresa adopta una posición activa y positiva con respecto a la salud, la seguridad y el bienestar de los empleados, tienen más probabilidades de reportar niveles más altos de satisfacción en el trabajo y demostrar niveles de compromiso mayor.
Esto a su vez puede verse reflejado en la productividad, por lo que el diseño de espacios laborales, lejos de ser un gasto, es una inversión. “Si bien en los últimos años se ha puesto énfasis en la incorporación de nuevas tecnologías y la sustentabilidad, se ha olvidado el lado humano en las oficinas. Pero al lograr un equilibrio en aspectos como la privacidad individual, la comodidad del mobiliario y el uso práctico de los espacios, podremos aprovechar al máximo el potencial de los colaboradores”, concluye el directivo de Humanscale.