¿Alguien podría decirme si habrá sol o lloverá el día de hoy?… esta pregunta se ha convertido una constante en los mexicanos; y es que ante estos cambios climáticos tan radicales ya no sabemos ni en qué estación del año nos encontramos. Huracanes, fuertes lluvias, sismos, sequías, incendios forestales y altas temperaturas son algunos de los desastres naturales a los que nos enfrentamos hoy en día en varios lugares del país y del mundo.
Durante el año pasado, fuimos testigos de varios incidentes naturales que surgieron en México y que sin duda se convirtieron en un parteaguas para que las empresas, gobierno y algunas instituciones trabajen de la mano para idear e implementar sistemas y programas de prevención, reacción y recuperación o, dicho de otra manera: antes, durante y después de este tipo de situaciones.
El tema de prevención abarca muchas áreas como la seguridad y bienestar de las personas que no estamos a salvo de las inclemencias ambientales que se han ido desarrollando y que hoy en día son más constantes, como los huracanes en las costas de México y como los sismos en la CDMX y alrededores. Las cifras oficiales dictan que desde 2013 a 2018 se han emitido 433 declaratorias de emergencia y 177 de desastre.
La tecnología, aliada de los sistemas de prevención
En la fase de preparación y prevención, elegir las herramientas tecnológicas adecuadas por las razones correctas, es de suma importancia. Por ejemplo, podríamos actualizar la tecnología en los sistemas de alerta por equipos que tengan capacidad de auto prueba, con los componentes de amplificación integrados y un menor consumo energético, lo que no sólo podría ahorrar importantes sumas a la ciudadanía sino además, ofrecer la detección oportuna y precisa de los equipos que pudieran tener alguna falla e incrementar las posibilidades de alertar eficientemente a la gente. Los megáfonos de red proyectan mensajes de voz claros y de largo alcance, su instalación es muy sencilla y utilizan menos infraestructura, además de ofrecer compatibilidad con otras tecnologías pasadas y futuras.
En muchas de nuestras ciudades, los fuertes vientos y las lluvias constantes son un inconveniente para la seguridad de los negocios, los empleados y las personas en general; podemos considerar la filtración de aguas negras a los negocios, empresas y hogares; las inundaciones repentinas en zonas costeras o cercanas a cuerpos de agua; los imprevisibles sismos y otros fenómenos donde la tecnología juega un papel importante para sobrellevar estas inclemencias climáticas. Como por ejemplo, las cámaras de videovigilancia IP y un sistema inteligente que pueda brindar información de valor para las empresas y la continuidad del negocio, así como aportar en la seguridad de los ciudadanos.
“Es común poner cámaras de vigilancia en postes elevados o en las señales de tráfico en vialidades muy transitadas o expuestas al azote del viento, lluvias, granizo o al tráfico rodado, lo que puede hacer que el video se vea borroso”, comenta Manuel Zamudio, Industry Associations Manager de Axis Communications para México, Centroamérica y Caribe; y agrega: “En estas situaciones, la estabilización de imagen electrónica disponible en algunas cámaras, mejora notablemente la calidad del video cuando la cámara está sometida a vibraciones, garantizando una visualización en vivo fluida y de alta calidad que además, consumirá menos ancho de banda y almacenamiento, características que se pueden aprovechar mejor en la transmisión de información útil”.
Sin duda, esto permite al gobierno mantener comunicación y el flujo de información de áreas afectadas así como a las empresas y negocios, no perder visibilidad ante alguna situación fuera de su control; así mismo, puede seguir monitoreando todo lo que está pasando alrededor evitando mayores daños al mantenerse prevenido incluso durante los procesos de recuperación, afirma Zamudio.
Para el directivo de Axis, tanto para gobierno como para las empresas es vital contar con soluciones inteligentes pensadas para la seguridad de las personas y los negocios. Las cámaras de red que tienen estabilización electrónica brindan una serie de beneficios como imagen clara, fluida y estable incluso durante días de mucho viento o en ambientes con mucha actividad vial o en zonas de construcción sin degradar la calidad del video, ya que al ser menos sensibles a la vibración tanto por su función como por las opciones de montaje disponibles, se requerirán menos cámaras para satisfacer los requisitos de vigilancia.
La estabilización de imagen hace que todo el sistema de videovigilancia sea más versátil y rentable al hacer un mejor uso del potencial de cada cámara, por ejemplo manteniendo la calidad de imagen en los disparos de zoom cuando las vibraciones pueden haber afectado la calidad del video.
El desarrollo de hardware y software está haciendo que las técnicas de estabilización de video sean asequibles para una gama cada vez mayor de cámaras de red. Este progreso no sólo asegura un monitoreo de video suave y cómodo en vivo. También mejora la usabilidad de la imagen, mejora la operabilidad de la cámara, hace que la instalación sea más flexible y, finalmente, mejora la eficiencia de costos general de un sistema de vigilancia de cámara de red y reduce la fatiga de los monitoristas.
Otras características tecnológicas a considerar son la capacidad de visualizar a color incluso en condiciones pobres de iluminación, un enfoque rápido de objetos en movimiento y sin distorsión incluso cuando la cámara se mueve sobre la línea del horizonte, que tenga mecanismos que reduzcan los costos de mantenimiento por ejemplo, después de una lluvia, donde las gotas de agua podrían secarse sobre el domo de las cámaras y provocar imágenes menos claras y, desde luego, que pueda ver también en condiciones de contraluz.
Con equipos que tienen la capacidad de analizar lo que está sucediendo en su entorno (audio y/o video), que transmiten sólo la metadata y las alertas con las evidencias correspondientes, podemos ir evolucionando de los obsolescentes sistemas que transiten enormes cantidades de audio y video a un punto central para su procesamiento y ser mucho más eficaces y eficientes en la atención de lo que en realidad importa, que es nuestra seguridad.